lunes, 13 de abril de 2009

HOTEL CASA PALACIO (SANTA CRUZ DE MUDELA - CIUDAD REAL)



HOTEL CASA PALACIO (****)
C/ María Del Rosario 6
13730 Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real)
Telf: 926.349.060
Fax: 926.342.791

reservas.mudela@ma-mahoteles.com
www.hotelpalaciosantacruz.com

Habitación: 202
Fecha de llegada: 08/04/09
Tarifa: 90€ (Alojamiento y Desayuno buffet)

Junto a la impresionante Iglesia del pueblo, y a escasos 500 metros de la autovía de Andalucía, en una estrecha calle encontramos una casa solariega, haciendo esquina, con un enorme portón decorado y la indicación del hotel. Todo respira tranquilidad alrededor. Tras la puerta un pequeño recibidor antes de otra puerta de cristal. Tras estas, accedemos a un coqueto patio típicamente manchego, al que en las galerías se abren las habitaciones y demás estancias del hotel. En el centro, un pozo con plantas hace más acogedora la bienvenida.

Nada más abrir la puerta salen a recibirnos a la entrada. La imagen es muy cordial, sin uniformes, ni corbatas, pero se agradece el interés por nuestro cansancio, por el estado de la carretera, por su deseo de que descansemos. Ya están preparados los papeles del bienvenida que nos dan a firmar mientras fotocopian a toda velocidad el DNI. Nos entregan la llave, con un llavero cuadrado de metacrilato que hay que insertar en una ranura de la habitación para encender la luz. Toman nuestras maletas y nos acompañan escaleras arriba hacia la habitación. Los pasillos son amplios, de paredes blancas luminosas, con suelos porcelánicos color marrón chocolate.

Las puertas son rústicas de tipo castellanas. Tras ella caemos directamente en la habitación. Es amplia. Sigue el mismo suelo que en el pasillo. Paredes blancas y techo con vigas vistas formando pequeños arcos. Dos camas con cabeceros de forja y separadas por una mesilla, una mesa de escritorio con una silla bastante espartana y poco confortable, un armario con el minibar en su interior y una televisión sobre este. Tras enormes y tupidos cortinones de rayas rojas y crudas, dos enormes ventanales dan acceso a sendos balcones uno a la puerta principal, y el otro a la calle lateral. El equipo mobiliario se completa con un armario exento igualmente castellano pero algo desvencijado.

Las camas son confortables. Los colchones mullidos y la lencería acogedora. Anchas, de 105, pero cortas, 190. Entre los barrotes de forja del cabecero encontramos interruptores, unas pequeñas lámparas de lectura y enchufes para poder conectar el móvil y dejarlo sobre la mesilla. Junto al escritorio no hay enchufes, aunque el wifi es gratuito en todo el hotel. El aire acondicionado no es necesario, y el suelo, pese a ser de porcelana resulta muy agradable al pie descalzo e incluso a tramos resulta caluroso: deben pasar por debajo los tubos de la calefacción y el agua caliente. Si fuera necesario, en las modalidades más suaves el sonido que produce es escaso.

Los portillos de madera de las ventanas ayudan a evitar el paso de la luz exterior, que rompe pronto al amanecer, y aunque la noche transcurre sumamente tranquila en los pasillos cercanos, la puerta da la sensación de que no debe amortiguar demasiado la sonoridad interior. Hacia fuera la noche es todavía más tranquila y a primera hora una vez despiertos podemos disfrutar de los pajarillos cantando y del sonido peculiar de algún tractor de la zona que se dirige a sus labores.

El baño es colosalmente grande. Mantiene el mismo suelo que la habitación, y reviste sus paredes de baldosas de color azul y blanco, azul que también se repite en las vigas vistas del techo. Dispone de todo lo necesario. Una encimera con un lavabo, y un espejo frente a él. Inodoro, videt y una bañera poderosa protegida por una antihigiénica cortina de baño color blanco. La grifería es de corte clásico y antiguo especialmente la de la ducha.

Toallas grandes y esponjosas acompañan un set de amenities bastante completo no personalizado para el hotel, que incluyen gel, champú, bastoncillos, limpiacalzados, jabón y un peine. Lástima que la ducha falle brutalmente en cuanto a caudal, presión y temperatura, haciendo del placer mañanero casi un suplicio para conseguir deshacerse del jabón.

Por la mañana en una sala abierta el patio se sirve un desayuno buffet algo cortito de surtido, pero bastante correcto en cuanto a la calidad y a la atención dispensada por el personal. En el momento del pago a la pregunta sobre el minibar le acompañan otras cuestiones más personales sobre el resto de nuestra ruta, el viaje de anoche... el deseo de un buen viaje y de una "vuelta a ver".

Calidad/precio: 9
Servicio: 8.5
Habitación: 8.5
Baño: 5
Estado conservación: 8.5
Valoración General: 8.5

1 comentario:

Toni dijo...

Al hilo de anécdotas a la hora de pagar la cuenta, este domingo me pasó algo inédito en un hotel en toda mi vida.

Fue en el Huerta Honda de Zafra. En la factura venían 14 céntimos por el sólo hecho de marcar la linea exterior en el teléfono de la habitación.
Osea que aunque el teléfono llamado no conteste, sólo por el hecho de salir al exterior ya te quieren cobrar.

Por supuesto que ante mi protesta lo rectificaron, pero me parece algo inaceptable. Cuanta gente no habrá pagado y probablemente sin darse cuenta...