martes, 10 de septiembre de 2019

CATALONIA GIRALDA (SEVILLA)


 
HOTEL CATALONIA GIRALDA (****)

Sierra Nevada 3
41003 Sevilla 

Hab 112

Fecha de entrada: 6/07/2018
Tarifa 60€ AD

Ubicado en la vieja ronda de la ciudad, en las mismas puertas del casco histórico, a nada del Barrio de Santa Cruz y la Catedral. Una corta calle peatonal y sin salida, con algunos coches aparcados, acoge este hotel recién reformado. La fachada del hotel hace de cierre del callejón. Cinco alturas encaladas en blanco con ventanas asimétricas. Bajo una techumbre que sostiene las letras con el nombre del hotel, media docena de escaleras (a la derecha hay un nuevo ascensor si alguno tiene problemas de movilidad) nos dejan en la amplia puerta de cristal automática con los logos de la cadena. 

Dentro la recepción es muy amplia. Luminosa. Clara. Suelos de madera clara nueva y bonita. Hacia la derecha se abre tras una enorme puerta corredera de cristal la cafetería, el restaurante y una pequeña piscina cubierta que le da un toque moderno y peculiar al espacio. A la izquierda hay una zona con sofás para la tertulia, de corte moderno y cierto aire escandinavo, y una biblioteca con una gran mesa y varias sillas, además una chimenea falsa que imita al fuego real.

Justo enfrente encontramos el mostrador. A su izquierda, junto a una vitrina que vende algunos recuerdos de Sevilla hay un largo escritorio que hace las veces de business center con un par de equipos a disposición de los clientes. A la derecha, unas plantas. Tras el mostrador, unas lamas de madera nueva y cuidada retroiluminada. El mostrador dispone de dos puestos de trabajo. Está hecho en mármol negro y rematado en madera. Nos recibe una joven a la que indicamos que tenemos una reserva a nuestro nombre. Nos pregunta por nuestro viaje mientras nos entrega ipsofacto el parte del viajero para firmar y la llave de la habitación (con bello diseño de corte andalusí). Se ve que tienen preparadas todas las entradas del día para cuando estas vayan llegando no tener que hacer esperar al viajero, cosa que se agradece infinito. Mientras firmamos, nos explica el funcionamiento del wifi (gratuito y veloz en todo el edificio) y el horario del desayuno. 

Hacía la izquierda están los ascensores. Uno de ellos está tapado con pladures mientras lo reforman. Junto a ellos, tras unas paredes de cristal con vinilos, un pequeño gimnasio. El ascensor que está disponible, pegado a las escaleras, es nuevo, moderno, rápido, luminoso y de gran tamaño. Acero y espejos. Las puertas se abren a un pequeño distribuidor con las escaleras. A dos pasos se abre una puerta al pasillo de las habitaciones. El pasillo no es muy ancho, pero es muy luminoso. Luces retranqueadas en el techo y mucha luz natural que viene desde una ventana que remata el pasillo.

Suelo de madera Clara, similar a la de la recepción. Paredes en blanco con detalles en negro. Grandes números junto a las puertas en madera Blanca brillante. Pomos metálicos modernos. 

La puerta se abre suavemente. Una vez dentro la sensación es de fresquito, cosa que se agradece porque el calor fuera es colosal. A la izquierda lo primero que hay es un display para manejar de forma sencilla el aire acondicionado: encendido, apagado, potencias y temperatura. Funciona perfecta y silenciosamente. Bajo el display hay una ranura para la tarjeta de la luz, aunque ya hay una insertada para mantener el aire acondicionado activo. El pasillo que lleva hacia el dormitorio no es muy largo. Suelo de madera clara y agradable. Paredes blancas. Mucha luz. A mitad de pasillo, con marco metálico y puerta de cristal con vinilos, está el acceso al baño. 

El dormitorio no es grande, pero tampoco pequeño. Suficiente. Mismo suelo de madera y paredes en color arena. A la derecha en la pared se encuentra un enorme espejo con fino marco en color metálico. Una pantalla de televisión plana, y justo antes de la pared del fondo, un maletero de tijera en metal y piel. La pared del fondo recoge la ventana, moderna y muy aislada, con vistas a un pequeño patio algo descuidado, pero abierto al cielo y la luz sevillana por una de sus paredes, lo que evita la sensación de agobio. Toda la pared del fondo está ocupada por un escritorio y un armario en maderas marrón y negra. Bajo la ventana, cubierta por un visillo Blanco y un foscurit con un palito que ayuda a tapar del todo la ventana, hay un largo y estrecho escritorio. Sobre él una bandeja de cortesía con cafés, tes y un hervidor. Una lámpara de trabajo de aire retro y un par de enchufes debajo. Delante, una pequeña silla de madera de corte moderno. 

A continuación de la mesa, hay un armario abierto justo de tamaño. Dos colgadores (uno largo y uno corto) con perchas de madera negra de varios tipos (pinzas para faldas, pantalones...). Bajo el colgador corto la caja fuerte, el minibar, moderno, con dos botellas de agua de cortesía, cosa que se agradece en el verano Sevillano. Sobre el minibar la bolsa de la lavandería, una carpeta con folios, un bolígrafo y algo de información sobre el hotel. En la parte baja del colgador largo hay un par de mantas en una funda por si fueran necesarias.

A la izquierda del dormitorio está la cama. Situada bajo un bello cabecero de madera negra y tela grisácea como almohadillada a modo de respaldo. La madera está trabajada con estrellas de tipo árabe.  A cada lado de la cama sendas mesillas generosas de tamaño en metal negro. Sobre una, el teléfono. Sobre la otra el mando de la TV y un calzador. Enchufes en ambos lados, uno incluso con un cable retráctil con varios tipos de enchufe para cargar el móvil. Sobre ambas unos brazos de luz de lectura potente y muy dirigible. Sobre una de las mesillas hay tres lámparas metálicas como de cobre que cuelgan del techo y que ofrecen un curioso y agradable juego de luz con la que se proyecta desde la parte de atrás del cabecero. 

La cama resulta muy confortable. Blanca. Muy limpia. De tamaño generoso. cuatro almohadas de distinta dureza y dos cojines de piel para decorar el conjunto. Vestida con una sábana y una suave colcha. A los pies un plaid en tono pistacho, bastante limpio, da el toque de color a la cama. El descanso es correcto. Primero por el colchón de buen calibre y segundo por la insonorización exterior. Aunque el hotel es extremadamente tranquilo la insonorización interior podría mejorar algo. 

El baño no es grande. Pero suficiente. El suelo mantiene la madera, y las paredes se recubren con cerámica de inspiración metálica. A la izquierda de la puerta queda el inodoro. Moderno, con la cisterna incrustada en la pared y un doble pulsador. Frente a la puerta, una gran encimera en blanco. Sobre ella un pequeño lavabo exento redondo. Además un par de vasos y una bandeja de metacrilato con un descomunal surtido de amenities (champú, gel, acondicionador, crema hidratante, set dental, de afeitado, gorros de baño, bastoncillos y algodones y pañuelos de papel) preparado todo para la cadena con elegante presentación en pequeños botes de corte retro y en sobres de papel plastificado. 

Encima de la encimera un enorme espejo hasta el techo. A la izquierda, un espejo de aumento y un secador de pelo. A la derecha un enchufe disponible.  Bajo la encimera en un gran armario de madera clara con ruedas se ofrece la lencería: una alfombrilla de baño, dos toallas de lavabo, dos enormes toallas de ducha y dos suaves albornoces (tipo bata) con un par de zapatillas de felpa a juego.

A la derecha del baño encontramos una enorme cabina de ducha. Suelo agradable de piedra gris. Una puerta corredera de cristal. Dentro dos grifos monomando que manejan el grifo de tipo teléfono y el enorme rociador efecto lluvia. El caudal, la presión y la temperatura son increíbles. En un rincón hay una pequeña repisa para colocar el champú y dos pequeñas perchas para dejar cerca el albornoz y la toalla. 

Por la mañana en un luminoso, moderno y coqueto salón se sirve un impresionante buffet de desayuno. Zumos naturales, variedad de quesos, fiambres, bocadillos y tacos preparados, distintos tipos de panes, platos calientes (huevos fritos, revueltos, salchichas, chistorras, bacon, verduras asadas...), cereales, bollería crujiente y recién hecha, tortitas, siropes... El café ofrece dos opciones: una maquina bastante correcta, y otra de Nespresso. Y todo ello atendido por un servicio cercano, simpático y eficaz.

En el mostrador de recepción al irnos no hay que preguntar por el minibar, por lo que sólo se preocupan por si hemos descansado bien y si necesitamos ayuda para continuar nuestro viaje. 

Calidad/precio: 10
Servicio: 9
Ambiente: 8
Habitación: 9
Baño: 9
Estado de conservación: 10
Desayuno: 9.5
Valoración General: 9

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