jueves, 15 de mayo de 2008

NOVOTEL GIRONA (GIRONA)



NOVOTEL GIRONA (****)
Autopista AP7 Salida 8
17457 Riudellots de la Selva (Girona)
Telf: 972.477.100
Fax: 972.477.296

H0503@accor.com
www.novotel.com

Habitación: 208
Fecha de Entrada: 13/05/2008
Tarifa: 90€ (Alojamiento y Desayuno)

A escasos 300 metros de la salida de la autopista AP7, junto al aeropuerto de Girona, y a 10 km del centro de la ciudad, la cadena Novotel gestiona desde hace años este hotel pensado para el viajero que necesita hacer noche cerca de la frontera francesa. Quizá todo está demasiado pensado en el cliente de una noche, pero eso no es excusa para que el trato al cliente sea simplemente penoso.

Totalmente vallado y apartado de la autopista por un espeso bosque de pinos y una alambrada que se sortea mediante una puerta corredera, encontramos un edificio de dos plantas con un parking delante de la entrada y un bonito jardín con terraza y piscina más que recomendable.

La recepción está renovada. Al gusto actual. Líneas rectas, colores chillones sobre fondos blancos, y sobre todo enorme luminosidad de la gran cristalera que atraviesa desde el jardín el comedor, la cafetería y el lobby. El trato en recepción no es frío. Es gélido. Entre los dos empleados se lían a hablar en francés mientras esperamos casi 8 minutos de reloj a que recopilen todos nuestros datos, recojan el bono de la agencia, nos pidan inexplicable e injustamente una tarjeta de crédito "como garantía" (oiga mire, que son demasiadas noches en su cadena para que sigan desconfiando de mí ¿no?)

Al final nos entregan las llaves tarjeta de las habitaciones. Están en la segunda planta y sorprendentemente no hay ascensor, con lo que hay que cargar con las maletas escaleras arriba... El pasillo es el típico de un novotel. Paredes blancas, puertas oscuras y moqueta entre gris y morada.

Una vez abierta la puerta de la habitación encontramos un estrecho pasillo con el armario empotrado a la derecha y dos puertas a la izquierda. En una de ellas el inodoro. En la otra, el resto del baño. A continuación entramos en la ámplia estancia de la habitación. Tanto la cama como el sofá siguen los estándares de la cadena.

La estancia es amplia y luminosa, con una ventana al jardín, la piscina y al fondo la autopista. Moqueta en tonos grises bastante nueva. La cama es confortable, con un edredón nórdico muy agradable y un enorme surtido de almohadas, cojines... Las mesillas son súmamente pequeñas, apenas una madera de 10x10 cm. Sobre la mesilla una encuesta de opinión del cliente ya rellena por un huesped de hace dos meses!. De las dos lámparas de noche, ancladas al cabecero una no funciona y la otra emite una luz demasiado ténue. A la cama hay que entrar por los pies, porque es imposible acceder por el lateral, ya que la distancia que la separa de la pared no supera los 15 cm, y la que lo separa del sofá no llegará a 10.

La mesa de trabajo es de las antiguas de la cadena. Enorme, amplísima y larguísima. Empieza con el maletero, le sigue una cajonera, y termina en el minibar y la televisión de plasma. Hay un enchufe para el portátil o el móvil (en las mesillas no hay) pero el wifi es de pago. A pesar de ello la señal es súmamente debil e incluso inexistente algunas veces. Sobre la mesa está el único teléfono de la habitación, por lo que si suena cuando uno está en la cama, ha de levantarse.

Techo y paredes repintados, pero destrozados. Se notan los antiguos cuadros, una enorme brecha corregida con un poco de escayola que va desde el suelo hasta la mitad del techo... Penoso para un hotel de su categoría y que se vende como "recién renovado".

El baño está separado. El inodoro, en una estancia pequeña tras una puerta viejísima y un suelo de madera bastante pisado. Paredes en mal estado. El papel higiénico es sencillamente deplorable. En la otra estancia encontramos lo que sería el baño. Un lavabo con un enorme espejo y una ducha. Suelo blanco con restos de escapes de las tuberías, griferías antiquísimas, gel, champú, una pastilla de jabón y gorro de ducha son todas las amenities que ofrece un cuatro estrellas. Las baldosas de la pared estan rajadas y rotas en su mayor parte y presentan un color amarillento bastante antiguo, por no hablar de la barra que sostiene la cortina de la bañera.

El lavabo no cuela el agua. 0. Nada. Pido cambio de habitación (de la 212), pero en la nueva (la 208) ocurre lo mismo o peor, con lo que el afeitado, lavado de manos, cara y dientes debe hacerse contrareloj. En la ducha ocurre más de lo mismo. Pero aquí casi no nos da tiempo a terminar nuestra ducha sin que el agua haya rebosado el límite de la bañera.

Las toallas son pequeñas, viejísimas y con un decrépito color antiguo amarillento. Menos mal que presión y temperaturas son adecuadas.

El desayuno de la mañana es un timo. 15€ por un buffet escasísimo en dulce (apenas unos croisants, y unos bollitos rellenos de chocolate) y carente de platos calientes (sólo bacon y chorizo...¡sin huevos!). Para colmo tenemos que aguantar una camarera que te asalta en mitad de tu selección para que le firmes si o si un papel como que has desayunado.

Si la llegada en recepción fue fría, la salida fue simplemente penosa. ¿Algo de minibar?. Ni interesarse por el cambio de habitación, ni por el descanso...

Calidad/precio: 3
Servicio: 2
Habitación: 4
Baño: 2
Estado de conservación: 3.5
Valoración general: 3

2 comentarios:

Francisco Miranda dijo...

La verdad es que me dejas anonadado. Lo de que no haya ascensor debe ser hasta ilegal, me temo. No conozco los requerimientos en Cataluña pero me parece un fraude.

Por otra parte, no entiendo qué entiende Accor por renovar un hotel.

Otro más para la lista negra. Mira tú que siempre me dio mala espina ese hotel pero ahora ya...

Me temo que los franceses tienen poco que enseñarnos sobre alojamiento.

Carlos Andreu dijo...

Yo soy el primer sorprendido. Novotel suele funcionar bastante normal. Ni muy bien ni muy mal, pero desde luego el Novotel Madrid Puente de la Paz, el Novotel Málaga está regulares, pero este se pasa.
Lo sorprendente es que los dueños del hotel (del edificio) son los maños Horcona, que de hoteles saben un rato larguísimo...