sábado, 2 de febrero de 2008

HUSA LOS SEISES (SEVILLA)




HOTEL HUSA LOS SEISES (****)
Segovias 6
41004 Sevilla
Telf: 954229495
Fax: 954224334

www.hotellosseises.com
info@hotellosseises.com

Habitación: 108
Fecha de entrada: 29/01/2008
Tarifa: 80€/noche (sólo alojamiento)

Si usted va a trabajar a Sevilla venga a dormir a este hotel, y si viene por turismo, venga también. Con tal de no estar en el hotel trabajará hasta la extenuación o visitará todos los monumentos de la capital hispalense. Lo mejor que podía hacer Joan Gaspart es cerrar este hotel esta misma noche y dejar de martirizar clientes.

En una estrecha calleja, a un paso de la catedral, se sitúa este hotel ubicado en un patio del Palacio Arzobispal. Seis escaleras hacia abajo nos acercan a la puerta. Ya podrían siquiera haberla cambiado. Si ya de por si es estrecha, el mecanismo de apertura impide que se abra del todo con lo que el acceso con maletas voluminosas puede ser complicado. Ya la recepción presenta en aire de abandono: escasamente iluminada, con unos sofás destartalados y cubiertos con unas fundas que recuerdan la casa de “Los otros”, un estrecho mostrador atendido por un recepcionista-botones-seguridad-hombre de mantenimiento (en sus funciones y en su uniforme), y una cafetería donde se ha instalado un pequeño autoservicio de bar con patatas fritas, cervezas y cocacolas (sin abrebotellas a la vista) y unos termos con café recalentado.

El servicio en la recepción simplemente no existe. Tan sólo buenas noches y permítame el DNI. A cambio te entregan un llavero enorme de metacrilato no sin gusto, sino con gusto negativo. Por un oscuro ascensor accedemos a llos pasillos de acceso a las habitaciones, decorados con impresionantes escudos heráldicos de piedra, pero los bajos también tienen recuerdos de las miles de maletas que han visto pasar.

La puerta de la habitación nos hace presagiar lo peor. La manivela y los vaivenes que da estando todavía cerrada nos traslada a épocas pasadas. Al abrirla y encontrar el primer interruptor nos vamos unos cuantos años más allá que Paco Martínez Soria. El suelo, de baldosas de terrazo rojo es frío, lo que aumenta la sensación de frío de la habitación. Junto a la puerta las desvencijadas puertas de un desvencijado armario y la del baño.

Seguimos avanzando por el pasillo y encontramos una mini estancia con un minibar de los antiguos, alto y color marrón con las muescas de varias botellas abiertas ayudándose de sus cantos. El minibar se abre con una llave que está en el llavero de la habitación. Como la puerta no se cierra si no es con la llave, es imposible abrir el minibar. Mejor dicho, para abrir el minibar, hay que primero abrir la puerta de la habitación.

Las paredes pintadas de un color albero oscuro están llenas de manchas, golpes y rayazos de maletas, sillas, pies… El suelo de tan viejo parece sucio. Las ventanas, unas estrechas troneras de metal negro, cubiertas con un leve visillo en colores crudos y rojos, que permite el paso de la luz a borbotones. Mejor, así madrugaremos para ver la ciudad desde el amanecer, pero…

Por fin llegamos al dormitorio. Un escritorio destartalado con una silla para trabajar. El enchufe está debajo de la mesa y el wifi, muy escaso y de pago (15€/día). Las camas son confortables pero la lencería es suave de lo vieja que es. Incluso tiene “pelotillas”. Entre las dos camas una mesilla con un teléfono y un aplique de interruptores de los que sólo funcionan 3… y hay seis. A cada lado de la cama unos “faroles” adosados a la pared, infectos para la lectura.

El descanso es costosísimo. El AC no funciona. De acuerdo que en Sevilla hace calor, pero el 30 de Enero a la noche había 7 grados. Y a esa temperatura se agradece calor. En tres días fue imposible calentar la estancia. A dormir con mantas, como en Cuéntame. Mantenerlo encendido genera un ruido terrible, pero al apagarlo oímos el ruido de los compresores de la habitación contigua. Y si no, el jaleo del restaurante situado en el piso de abajo, y ordenado arrastrando las mesas a partir de las 12 de la noche.

Amontonadas en la pared del fondo una mesa baja y dos sillas.

El baño en azulejo color verde y rojo es descorazonador. Champú escaso de calidad y penoso de presentación, gorro de baño (¿para que?), jaboncillo y lustrazapatos amontonados sin gracia en una panera. Las toallas escasas y pequeñas y tan viejas que “clarean” por muchos sitios, y se deshilachan por los extremos. La grifería es penosa, pero al menos la temperatura y el caudal son más que correctos.

Calidad/precio: 3
Servicio: 3
Habitación: 3
Baño: 4.5
Estado de Conservación: 3
Valoración General: 3

No hay comentarios: