viernes, 25 de enero de 2008

HOTEL VALL DE BAS (CAN TRONA - GIRONA)



HOTEL VALL DE BAS****
17176 Can Trona - Joanetes (Girona)
Telf: 972.690.101
Fax: 972.691.007

www.hotelvalldebas.com
hotel@hotelvalldebas.com

Habitación: 4 (Suite Masía)
Fecha de llegada: 25/01/2008
Tarifa: ?

En el centro de la pequeña Suiza de Gerona, a un paso de Olot y en medio de abruptas montañas volcánicas una antigua masía del siglo XVI se ha convertido en un hotel rural y con encanto. A la masía original que alberga 5 espectaculares suites, se le han acoplado dos edificios que albergan las habitaciones estandar.

La recepción nos recibe de forma cálida, aunque no muy acogedora en una fría noche de Enero. La sala de estar del hotel, separada de la recepción por un arco dispone de una biblioteca y un pequeño bar, pero sus techos abovedados hacen que la acustica retumbe demasiado, llegando a convertir en incómodo la charla animada de tres o cuatro personas.

Al pie de las escaleras que acceden a las habitaciones se nos cae el mundo encima al descubrir una máquina de vending con patatas fritas, botellitas de licor, cocacolas, chocolates... Algo poco adecuado para un hotel que se llama "con encanto".

Una tarjeta provista de un chip electrónico abre la puerta de nuestra habitación. La sensación general es de amplitud, pero algo fría. Tras la puerta un recibidor nos presenta tres estancias. A la derecha un pequeño salón con un sofá de piel blanca, una mesa de centro, y otra mesa que sostiene un plasma de 32 pulgadas. Justo detrás del plasma está el acceso a internet, que es gratuito, aunque incómodo al no disponer de una mesa donde colocar el portátil. Cierto es que rara vez se utilizará esta habitación por trabajo. Un enorme armario ropero nos presenta una zona en medio con una cafetera-tetera eléctrica con un surtido especial de infusiones, cafés y galletitas. También un cartel nos indica que el minibar es gratuito, pero tan sólo encontramos dentro de él una botella de agua y una limonada.

A la izquierda una espectacular habitación con una terraza con mesa y sillas y vistas al jardín con la coqueta piscina que hará las delicias de los veraneantes. Bonitas vistas de las montañas lejanas, aunque el cierre de la misma con una cortina blanca y un estor eléctrico de color grisáceo quizá rompan demasiado con el clasicismo de la habitación.

La cama es francamente confortable, pero se ha quedado corta de tamaño. El cabecero, típico de Olot, parece un retablo de una iglesia de las proximidades, con una imagen de la Sagrada Familia y otra en el remate del mismo con un dibujo del Sagrado Corazón de Jesús y del Corazón Inmaculado de María. Algo francamente curioso en los tiempos que corren. Las mesillas, a juego con el cabecero, quedan súmamente lejos al igual que los interruptores de la luz, que permiten elegir el grado de luminosidad que deseamos para la habitación: plena luz, media luz, luz íntima y oscuridad total, que por cierto se consigue. El colchón es reparador y la lencería bastante agradable. Aunque la zona es súmamente tranquila no podemos dejar de oir el rugido de un camión que pasa junto a la Masía a primera hora del alba.

La habitación además de la cama dispone de una cómoda a juego del cabecero y mesillas, una silla y un sofá de piel moderno. Aún así queda demasiado espacio libre. Quizá compense incluir aquel una pequeña mesa de trabajo. Pero el principal pero es el Aire Acondicionado. Aunque su uso parece muy sencillo e intuitivo, fuimos incapaces de calentar la estancia aún indicando el display la temperatura de 30º.

El baño es amplio y luminoso. Dotado de agradables y suficientes toallas y de suficientes y curiosamente presentadas amenities de baño. Junto al inodoro una calefacción eléctrica que funciona a las mil maravillas con una pantalla en la que seleccionar la temperatura deseada. Dos lavabos, una ducha exenta y una bañera son la dotación del baño, con una ventana al exterior que ilumina suficientemente bien la estancia con la luz del valle.

La bañera, preparada para el baño, no dispone de ducha que permita quitarse el jabón después de un rato de relax entre espuma y agua caliente. La ducha, totalmente de cristal es suficientemente amplia, aunque la puerta golpea con el resto de paredes de cristal dando la sensación de riesgo de romperse. Mandos termostáticos regulan correctamente el adecuado caudal y temperatura.

Por la mañana una sala pintada en un verde esperanza y vestida con sillas verdes a juego nos recibe para un desayuno buffet, en el que faltan los platos calientes, pero que nos ofrece las delicias culinarias de la zona: embutidos, yogures de la Fageda, cocas típicas, y un fantástico zumo de naranja recién hecho.

Calidad/precio: 8
Servicio: 7.5
Habitación: 8
Baño: 8.5
Estado conservación: 9
Valoración General: 8

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