sábado, 21 de marzo de 2009

GRAN MELIA COLON (SEVILLA)



GRAN MELIA COLON (*****)
Canalejas 1
41001 Sevilla
Telf: 954.505.599
Fax: 954.220.938

gran.melia.colon@solmelia.com
www.gran-melia-colon.com

Habitación: 310
Fecha de llegada: 19/03/09
Tarifa: 120€ (Sólo alojamiento)

El mítico y taurino hotel Colón de Sevilla reabrió sus puertas después de un par de años largos de total remodelación. A principios de Febrero volvía a la vida el que había sido "nuestro hotel de referencia en la capital Hispalense" mientras agonizaba de la mano de D. Rafael Alcaide. El cambio ha sido impresionante. El Gran Hotel que faltaba en Sevilla, sin duda.

Al bajar del taxi en la puerta Angel se hace cargo de nuestro equipaje mientras disfrutamos de los recuerdos de aquella blanca fachada, de esos nuevos toldos rojos y de aquellas placas doradas que recuerdan su apertura y renovación. Tras las puertas automáticas, se mantienen aquellas históricas escaleras cubiertas por una tupidísima alfombra hacia la rotonda clásica horrorosamente decorada con unos sofás y butacas de horrible factura que nada pegan con el elegante y clásico estilo del resto del hotel, pero, imagino, que llenan de entusiasmo a su diseñador.

Alrededor de la rotonda se abren las distintas estancias de las zonas comunes: salones, una renovada cafetería con decoración taurina muy elegante y una gran pantalla gigante en la que se proyectan películas clásicas que tienen que ver con Andalucía. Junto a todo ello, la recepción, que se separa entre Conserjería y Recepción. El mostrador se ha sustituido por dos mesas de escritorio bien vestidas y elegantes, pero con un equipo joven y extranjero poco acogedor y menos sorprendente. El trato es el de siempre. Datos y más datos míos, pero ninguno suyo.

Angel nos acompaña hacia la habitación. Nos han asignado una habitación de la cuarta planta. Subimos en el ascensor, situado donde antes, pero renovado por completo. Al abrirse las puertas, oscuridad total. Angel nos dice que debe haber un problema. Bajamos mientras nos pide mil disculpas. La joven de recepción no dice nada, pero nos asigna otra habitación. Tercera planta. Subimos. De nuevo lo mismo. Angel está avergonzado y nos lo dice. Volvemos a bajar. Nos indica que el hotel es nuevo y que puede haber algún problema de tensión. La recepcionista sigue sin decir nada. Pero volvemos a intentarlo. A la tercera va la vencida. Y la plana nos aparece en todo su esplendor.

Luces indirectas sobre una moqueta muy gruesa. La planta está dedicada a Murillo. Las puertas de las habitaciones son cuadros del pintor. Los marcos de las puertas son marcos de cuadros, y las puertas fragmentos de pinturas famosas. Todos los detalles ayudan. Encima de la puerta, la luz es la típica lámpara de cuadros. La nuestra, la 310 es la impresionante Inmaculada del pintor andaluz.

Tras la puerta mucha luz. Un ancho y corto pasillo con dos armarios enormes a la derecha, correctamente vestidos e iluminados en su interior. Detalles sorprendentes como bolsa para limpiar los zapatos, perchas de madera por doquier, corbatero, paraguas y dos batines/albornoces espectaculares. A la izquierda un espejo con marco que hace las veces de puerta del baño. Y a continuación el dormitorio. Del blanco mármol de la entrada pasamos a una moqueta negra. A la izquierda la cama inmensa, enorme, que invita a acostarse y con siete almohadas. Al frente la ventana, con vistas a la puerta principal, un sofá confortable para ver la televisión o leer un rato y una mesa baja de centro con unas revistas comerciales. A la derecha un escritorio amplio, de madera blanca, confortable, con múltiples enchufes y un media hub para conectar el portátil al enorme plasma de 32´ que se suspende de la pared. Wifi y conexión a Internet gratuita, luces confortables para el trabajo. A un lado del escritorio, una lámpara de pie, y al otro lado el minibar con un bonito set de copas y vasos.

La cama resulta increíblemente confortable. Un colchón agradabilísimo cubierto por un edredón nórdico ligero y enfundado en lencería de hilo fascinante. Resulta sin embargo algo complicado elegir cual es el mejor almohadón para el descanso. Con siete posibilidades corremos el riesgo de elegir uno que nos deje el cuello dolorido. Junto a la cama, dos mesillas sin enchufes pero con sendos complicados sets de interruptores para apagar las luces. Hay un botón que lo apaga todo, pero luego resulta complejo saber qué luz encienden los demás. El aire acondicionado funciona a la perfección, y se maneja desde un display junto a la cama. Silencioso y de adecuada temperatura. Complicadísimo resulta manejar la cortina que separa el dormitorio de la zona de entrada y que oculta o abre el cristal que separa la bañera del dormitorio. Lástima que sobre la puerta principal se haya dispuesto una luz de emergencia y que dicha cortina no pare del todo la luminosidad que produce. También podríamos haber pedido algo más de insonorización en la puerta, por la que entran las voces del pasillo.

El baño es increíble. Alargado. Elegante. Lleno de detalles. Al fondo, y separado por puertas correderas de cristal el inodoro y el videt. Delante una zona alargada con una impresionante encimera negra de mármol en la que se han incrustado los lavabos. Espectaculares griferías monomando con potentes chorros y temperaturas. Amenities variadísimas de Clarins y elegantemente presentadas. No falta nada (champú, gel, acondicionador, jabones varios, set dental, de afeitado, costurero...). Sobre los lavabos, un enorme espejo con unas luces dibujadas sobre el mismo, recordando a las viejas lámparas del antiguo hotel.

El baño se completa con una potente bañera sobre la que se ha suspendido una alcachofa enorme de efecto lluvia. Temperatura adecuada, caudal y potencia sublimes y lencería gigante, cuidada, mullida y suave, especialmente su batín-albornoz de elegante factura y divina suavidad.

Por la mañana en la recepción nos han cargado tres consumiciones del minibar que no hemos tomado. Nos quejamos y nos las retiran. Tampoco sorprende mucho el trato del muchacho, aunque Angel vuelve a dejar alto el pabellón haciéndose cargo de nuestro equipaje e interesándose por cómo sigue nuestro viaje y si necesitamos taxi o alguna ayuda.

Calidad/precio: 9
Servicio: 8.5
Habitación: 9
Baño: 10
Estado conservación: 10
Valoración General: 9.5

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Videt?