jueves, 10 de julio de 2008

HOTEL VERTICE SEVILLA (SEVILLA)




Hotel Vértice Sevilla (****)
Avenida de la Aeronáutica s/n
41020 Sevilla (España)
Telf: 954.475.847
Fax: 954.444.044

www.verticehoteles.com
reservas.sevilla@verticehoteles.com

Habitación: 1111
Fecha de Entrada: 09/07/2008
Tarifa: ??€

En uno de los nuevos barrios residenciales de Sevilla y rodeado de autovías y rondas de circunvalación, no lejos del Palacio de Congresos y del aeropuerto, pero bastante lejos del centro histórico y de negocios se eleva este enorme edificio delante de una agradable plaza ajardinada.

El hall es amplio, con la recepción frente a la puerta, un cibercorner frente a los ascensores y una zona de estar con un mueble bar a disposición gratuita de los clientes junto a la prensa del día.

La recepción es estrecha e incómoda. El negro mostrador presenta zonas bastante desgastadas y el trato tras él es eternamente lento y agobiantemente frío y distante.

La frialdad del trato contrasta con el caluroso y oscuro ascensor bastante dañado por los golpes que nos conduce de forma lenta hacia las habitaciones. Al salir de él calurosos pasillos sin aire acondicionado de moqueta azul para evitar los ruidos y paredes en amarillo con puertas marrones claras.

Tras la puerta la estancia es amplia. En su extremo es abuhardillada, con dos ventanas tipo Velux abiertas al cielo Sevillano. Suelo de madera agradable y correctamente limpio y cuidado. La iluminación sin embargo resulta algo pobre. Un punto de luz en el techo, sobre el armario y dos luminarias en forma de hortera hoja de acanto en las paredes. Una lámpara de mesa y una lámpara de pie completan el juego. Dos camas, un enorme y amplísimo escritorio-minibar con enchufes para la luz y para el internet gratuito (no wifi), dos mesillas, un enorme butacón con reposa pies más tan hortera como incómodo y una televisión colocada bajo la ventana en una mesa de cristal a una altura excesivamente baja para verla desde la cama y en una posición imposible para verla desde la butaca o desde la incómoda silla de trabajo.

Las camas son confortables. El colchón magnífico pero la almohada presenta una dureza algo inusual. Aún así el cuello no protesta demasiado. Aparece vestidas con unos cubrecamas marrones como de raso. La lencería es más que correcta y perfectamente limpia. En las mesillas hay enchufe para el móvil, así como unas lamparas nulas para la lectura. Falta el teléfono que sólo está en el escritorio.

Las cortinas de las velux no impiden que la luz entre por la mañana, pero además, una pequeña ventana abierta junto a la puerta del baño, se cubre con un stor que tampoco impide del todo el paso de la luz. Aún así el enorme zumbido del aire acondicionado, obligatorio en esta época en Sevilla, y carente de la opción Auto, nos impide dormir a gusto. La insonorización de la habitación hacia el pasillo deja bastante que desear y se escuchan las conversaciones del pasillo, los ruidos de los carros de las camareras de piso y los portazos de otros huéspedes.

El armario es enorme y amplísimo. Situado junto a la entrada al baño. Este es nuevo, limpio, con ventana al exterior y luz natural, correcto y con todo lo necesario: un lavabo, inodoro, bidet y ducha en estrecha bañera con chorritos para el hidromasaje. El fancoil del aire acondicionado debe estar sobre el techo del baño y el sonido es realmente desagradable. La iluminación es limpia y amplia.

Al agua le falta caudal tanto en el lavabo como en la ducha, aunque no presión. Pero en la ducha la "consistencia" de la temperatura es escasa. Sin tocar el mando pasamos del frío gélido al calor más ardiente en décimas de segundo y vuelve a estabilizarse en una temperatura correcta.

El set de amenities que se presenta en una cesta de mimbre llena de rocas de río es amplísimo (incluye hasta un bote de sales de baño, colonia y after shave) y su calidad más que aceptable. La lencería limpia y de buen tamaño quizá adolezca un poco del paso del tiempo. Se ofrece además un albornoz más de agradable.

Por la mañana el desayuno buffet no merece mucho la pena. Una sala más bien triste y sombría y un larguísimo mostrador con productos de escasa calidad y muy orientados al cliente oriental (que debe visitar mucho el hotel) que se rematan con una terrible máquina de café que nos ofrece un líquido negro que dicen que se puede beber.

La despedida por la mañana es tan lenta y fría como la entrada. Lástima.

Calidad/precio:
Servicio: 4
Habitación: 7.5
Baño: 7
Estado de conservación: 7
Valoración general: 6.5

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