lunes, 28 de abril de 2008

NH EXPRESS LA FLORIDA (MADRID)



NH Express La Florida (***)
Proción 12
28023 La Florida (Madrid)
Telf: 913.728.893
Fax: 913.728.836

exlaflorida@nh-hotels.com
www.nh-hoteles.es

Habitación: 301
Fecha de entrada: 25/04/2008
Tarifa: 58€ (Sólo alojamiento)

O uno ha estudiado bien el recorrido antes de llegar a Madrid, o dispone de GPS o es incapaz de encontrar este hotel. Con tan sólo una minúscula señal -imposible de ver si es de noche- en la calle que entra al hotel el perderse está garantizado. A pocos metros de la N-VI, rodeado de edificios de oficinas y de las impresionantes mansiones de La Florida NH se desmarca aquí con un hotel que para nada pega en su entorno.

De construcción moderna con un agradable y descuidado jardín/parking la entrada resulta majestuosa: un enorme recibidor muy luminoso de día, abandonado a la oscuridad de la noche con unos enormes sofás que bien podrían haber sido la recepción. Esta está escondida en el pasillo de las escaleras. Un escueto mostrador lleno de pantallas y folletos que nos recibe con el lento y parsimonioso protocolo, tomando los datos una y otra vez... Ni NHWorld, ni haber visitado casi todos los hoteles de la cadena sirven para seguir teniendo que rellenar una ficha tras otra. En fin. El trámite podría haber sido más escueto, ya que la llave es de llavero y no hay que "fabricar" tarjeta alguna, pero tampoco mejora en exceso.

Unos minúsculos ascensores nos conducen al tercer piso. Salimos frente a una cristalera que da al jardín. Faltan indicaciones de hacia donde están las habitaciones, por lo que recorremos todo el pasillo en ambas direcciones hasta dar con la nuestra. Las escaleras, protegidas por una puerta de cristal son el almacén de carros de lavandería, dando una patética sensación de abandono.

Tras la puerta de la habitación encontramos un pequeño recibidor. En él, la puerta del baño. A continuación entramos en la estancia que hace las veces de cocina, salón-comedor y dormitorio. Suelos de madera, paredes marrón claro. Mobiliario algo antiguo que recuerda al Ikea. Cocina con dos fuegos, minifrigorífico, campana extractora, armarios con vajilla... Frente a ello, una mesa de centro y un sofá de dos plazas en color azul con miles de manchas de todos los colores y tipos gritando "¡limpiame!".

Esa zona del apartamento se separa de la zona de dormir con un biombo. El dormitorio se resume a una cama y una minimesilla en la que cabe el teléfono y dos lámparas de noche adheridas a la pared. La cama es antigua. Vieja. Gime por todos los sitios y de tanto cliente está hundida hacia el centro. Las sábanas son sumamente ásperas. En definitiva, el descanso resulta complicado. Si a la cama le añadimos que el AC no funciona bien (sonoro e incapaz de ofrecer la temperatura que se le pide), que la persiana no baja del todo (quedando toda ella a rendijas), que las cortinas, anticuadas y medio arrancadas, no terminan de cerrar del todo y que la insonorización deja bastante que desear, tenemos una mala noche en una mala posada.

La iluminación de la habitación resulta pobre y fría con dos focos situados en el techo más las lamparas de la cama. A los pies de la cama un destartalado armario, imposible de cerrar, y un largo escritorio en el que poder trabajar (sin enchufes accesibles, y con el wifi de pago) a un lado de la vieja televisión, cuyo mando a distancia ha debido ser "asaltado" varias veces, y han optado por atornillar burdamente la tapa de las pilas.

El baño en su momento debió ser deslumbrante. Hoy está viejo y sobre todo destartalado. Vestido con suficientes y agradables toallas pero escaso de amenities (jabón, gel, champú y peine). Todo él es un cúmulo de recuerdos del paso del tiempo y dejadez del servicio de mantenimiento: el techo rajado de lado a lado; el plástico que cubre el extractor está asquerosamente amarillento; la tapa del bidet arrancada; el portarollos cortado por la mitad; el suelo, de tan viejo está irremediablemente sucio; aunque la temperatura del agua es buena, tanto caudal como presión dejan muchísimo que desear; la grifería está roñosa del paso del tiempo y la goma que protege la mampara de la bañera está medio podrida.

La despedida resulta tan insulsa y sosa como la acogida, pero con el mostrador lleno de bolsas con los periódicos que ofrece el hotel a sus huéspedes.

Calidad/precio: 5.5
Servicio: 4.5
Habitación: 4.5
Baño: 3.5
Estado de conservación: 4.5
Valoración general: 4

3 comentarios:

Francisco Miranda dijo...

Me asalta la duda de si alguien de la cadena leerá el comentario y en caso de hacerlo tomará alguna decisión al respecto o bien dejará las cosas como están. Supongo que una cadena debería tener estándares de calidad y no establecimientos que arruinen la imagen global. La crítica es demoledora por su objetividad.

Montse dijo...

Publica esta crítica en Tripadvisor... igual allí sí te hacen caso y alguien responde disculpándose (que es lo mínimo que tendrían que hacer).

Carlos Andreu dijo...

Bueno, la verdad es que imagino que la cadena ya sabe de esto porque lo indico en el papel de "su opinión es importante".
Con Tripadvisor tengo un "rollo" peculiar porque me ha dejado publicar unas cuantas críticas, pero ya no me deja publicar más: quizá he saturado sus sistemas,quizá soy demasiado crítico... No se...