jueves, 14 de mayo de 2009

CONFORTEL ROMAREDA (ZARAGOZA)



Hotel Confortel Romareda (****)
Asín y Palacios, 11
50009 Zaragoza
Telf: 976.351.100
Fax: 976.351.950

info@hotel-romareda.com
www.hotel-romareda.com

Habitación: 507
Fecha de llegada: 11/05/09
Tarifa: 70€ (Alojamiento y Desayuno Buffet)

En un edificio algo soso de ladrillo caravista situado frente al campo de fútbol de la Romareda en uno de los barrios residenciales de la ciudad, la cadena Confortel gestiona este hotel antes abanderado por Green y antes por Partner. La puerta de entrada se sitúa en una calle peatonal, junto a una peana con varias banderas. Un montón de escaleras que se pueden salvar por una larga rampa nos sitúan en el hall.

La recepción da una sensación algo anticuada. La luz resulta fría, aunque hay abundante luz natural que entra por enormes ventanales. Esa sensación antigua se acrecienta en el mostrador. Enorme y de mármol, algo bajo y con demasiados papeles, carpetas y desorden a la vista. Los trámites en la recepción son lentos sobre todo porque no encuentran la reserva. Una vez localizada, fotocopia del DNI y entrega de la llave en un largo llavero de metacrilato algo rayado y con logotipos de las antiguas cadenas gestoras del establecimiento.

Por unos viejos y estrechos ascensores de puertas doradas accedemos a las habitaciones. El ascensor queda enrasado con las paredes. Se abre a mitad del pasillo. Este se presenta luminoso gracias a las enormes ventanas a cada lado del mismo. Luces demasiado frías. Gotelé amarillento en las paredes y suelo de parquet claro bastante ruidoso al paso de maletas y pies.

Tras la puerta de la habitación se abre un gigantesco espacio que combina una pequeña zona de despacho y un salón. Suelo de parquet nuevo y claro. Paredes en azulón y naranja con una gran cristalera al fondo, que accede a un balcón con vistas al campo de fútbol. Junto a la puerta de entrada hay un enorme escritorio con dos sillas de despacho, un teléfono, enchufe para el portátil y wifi gratuito. Una potente lámpara en el techo ilumina el trabajo.

Un murete de media altura separa la zona de despacho de la zona de estar. Un amplio espacio algo desangelado ya que en tan grande espacio sólo hay un sofá cama de tonos azulados, dos sillas, un minibar algo antiguo, una televisión y un maletero. Junto a la tele está la entrada al dormitorio. Un marco sin puerta nos introduce en un espacio algo más escaso y en el que todo está ocupado.

Dos camas en blanco, dos armarios empotrados haciendo de antesala al baño, dos mesillas de madera bastante deterioradas unidas al cabecero de madera que además sostiene sendas lámparas de noche, una de ellas fundida. Completa el mobiliario un galán de noche algo estrecho y otra televisión sobre una estantería baja. Sobre las mesillas hay interruptores (algo toscos) para apagar todas las luces, y sendos enchufes para cargar el móvil o cualquier otro gadget tecnológico. Todo ello envuelto en paredes de gotelé y una última pared de cristal con acceso a la terraza.

Las dos camas se presentan en blanco pero la lencería, aunque es agradable al tacto resulta poco vistosa y parece mal planchada. El colchón es confortable y la almohada también. Las persianas permiten la oscuridad total de ambas estancias, aunque la insonorización puede mejorarse mucho. El pasillo, debido a la distancia desde la cama casi no se escucha, pero si los ruidos en las habitaciones contiguas. El aire acondicionado funciona silenciosamente aunque en esta época del año no es necesario.

El baño resulta renovado. Inodoro, bidet, lavabo y bañera con ducha. Tanto la presión como el caudal y la temperatura son espectaculares en todos los grifos, igual que fantásticas son las enormes, mullidas y numerosas toallas que se nos ofrecen, todas ellas nuevas con el logotipo de la cadena.

Se queda corto el set de amenities que se ve reducido a un bote de gel, otro de champú y una pastilla de jabón, eso si, bastante decente. Lástima que el servicio de mantenimiento no ande muy avisado porque de los tres puntos de luz que hay en el baño, hay uno fundido.

Por la mañana, en un acristalado salón se sirve un variado buffet de desayunos. Calidad suficiente, atención correcta, pero lamentable café. En la recepción poco más que preguntar por el minibar.

Calidad/precio: 7
Servicio: 6
Habitación: 7.5
Baño: 8
Estado conservación: 6.5
Valoración General: 7

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