martes, 28 de enero de 2020

HOTEL SANT CUGAT (SANT CUGAT DEL VALLÉS - BARCELONA)

HOTEL SANT CUGAT (****)
Cesar Martinell 2
08172 Sant Cugat del Vallés (Barcelona)

Habitación: 506
Fecha de entrada: 13/02/2019
Tarifa: 


Junto al Ayuntamiento de la ciudad, en una zona de expansión con casas bajas, jardines y amplias calles. En una rotonda que conecta el centro más antiguo con un barrio con modernos edificios de acero y cristal ocupados por empresas, universidades y centros lúdicos. El hotel se ubica en un edificio moderno, exento, de cinco plantas, de color blanco, con grandes ventanas oscuras. De forma ovalada, se encuentra rodeado de cuidadas zonas verdes con algo de arbolado y una terraza para disfrutar cuando el tiempo lo permite.

Delante de la puerta, que aparece protegida bajo una pérgola, hay una generosa zona asfaltada delimitada por jardines que permite parar un rato el coche para la carga y descarga de viajeros y equipajes. Bajo la pérgola, unas puertas correderas de cristal, con el logo del hotel nos introducen en la recepción. Techo blanco, suelo de mármol blanco cubierto con gruesas alfombras en tono rojo. A la izquierda un par de sofás y tapizados en verde en los que esperar. A la derecha, cortinones rojos brillantes que separan la zona del bar y restaurante, en el que amontonan unos cuantos butacones grises con mesas redondas.

Enfrente queda el mostrador de recepción. Largo, en madera clara, robusto y unido a la barra del bar que empieza allí mismo y continúa hacia la derecha. Desde el techo cuelgan dos lámparas con pantalla en color crudo y luz amarillenta. Sobre el mostrador hay un par de puestos de trabajo. Delante de ellos algunas tarjetas del hotel y algunos anuncios sobre el restaurante del establecimiento. La pared tras el mostrador está decorada con puertas ficticias. Nadie hay tras él, pero hay un timbre rosa para avisar a una empleada que sale de detrás para atendernos. Vestida con un peto vaquero asimétrico, nos pide el DNI y una tarjeta de garantía. Algo distante y fría. Demasiado procedimental. Tenemos que preguntarle por todo: horarios, parking, WiFi... Este es gratuito y funciona bastante veloz y sin cortes en todo el hotel sin contraseña alguna. 

A la izquierda quedan los ascensores. Nuevos, modernos y panorámicos, que ascienden por el edificio de forma ovalada quedando estos en el centro. Muy luminosos y cuidados, con paredes de espejo y cristal con información sobre los horarios del hotel. Nos dejan en un pequeño rellano de moqueta color tierra y paredes pintadas en un gris claro. A derecha e izquierda se abren como abalconados, los pasillos de las habitaciones. En el suelo hay algunas luces y algunas rejillas de ventilación. Las puertas, en madera clara brillante disponen de modernas cerraduras de llave de tarjeta con chip. En el marco superior, en color naranja, están los números de las habitaciones. 

Dentro, la sensación es de mucha luz y calor. Un pasillo que termina en el dormitorio. A la derecha, tras la ranura para que la llave active la luz, hay cuatro puertas de armario en madera brillante negra. En su interior unas cuantas perchas de madera recubiertas con plástico blanco, baldas, unos cajones y una caja fuerte de contraseña. A la izquierda, pared pintada en blanco con interruptores de BTicino en el mismo color, igual que la puerta del baño en madera. A continuación, y antes del dormitorio, un espejo de cuerpo entero. 

El dormitorio es amplio. A la derecha hay un largo armario de madera clara que hace las veces de maletero y continúa en un largo escritorio en el mismo estilo. Sobre él, una enorme televisión plana, y tres cajas de madera con una bandeja de cortesía con un hervidor, una botella de agua y una bolsita de té. En una maceta se ofrecen algunos productos del minibar (patatas, chocolates, snacks...). En la pared hay varios enchufes disponibles y en lo alto una larga hilera de luz protegida con una alargada lámpara metálica. 

Bajo el escritorio, tras una puerta marrón oscura está el completo minibar de precios algo elevados, una papelera metálica negra y dos sillas grandes en madera blanca y roja y con patas de metal. Cómodas para el trabajo, aunque quizá un punto bajas (o la mesa un punto elevada).

La pared del fondo del dormitorio está ocupada por una ventana de derecha a izquierda. Delante de ella hay una estrecha repisa de madera. Un estor en gris y un foscurit también en gris algo metalizado protegen, escasamente, de la luz exterior. Las vistas, a un pequeño jardín aquí abajo, a unas casas de vecinos residenciales y al lateral del ayuntamiento un poco más adelante. 

Bajo la ventana hay una pequeña mesa de centro triangular, de madera negra y patas metálicas. Sobre ella hay una carta del room service, y una cómoda y relajante butaca en madera y tapizada en terciopelo mostaza.

A la izquierda, en una pared pintada de negro, encontramos el largo cabecero de madera, claro en la zona de la cama, y de madera oscura en las mesillas. En el hueco que hay hasta la ventana hay un colorido póster de motivos florales. La cama es grande y cómoda. Con cuatro almohadas. Vestida en impecable blanco del que destaca, con hilos rojos, el bordado "Sant Cugat" en dos de los almohadones. El colchón resulta cómodo, quizá un punto duro, y el nórdico que se ofrece es liviano y envolvente.

A cada lado, sendas mesillas, de madera. Sobre una el teléfono, un lapicero y un block de notas. Sobre la otra, el mando de la televisión. Sobre ambas, enchufes disponibles para el móvil e interruptores para encender y apagar todas las luces. Por encima, dos enormes lámparas como de flexo, regulables en altura y distancia que permiten trabajar sobre la cama bañados en luz. En general, el juego de luces de la habitación es más que efectista, aunque quizá las luminarias que hay en el pasillo de entrada puedan resultar algo frías.
 
El aire acondicionado se maneja desde un completo y sencillo display digital. Funciona de manera muy ruidosa, pero eficaz y permite cualquier temperatura. 

El baño resulta generoso de tamaño. Moderno y nuevo. Suelo de pizarra negra, paredes en blanco. Las luces, unas cenitales y otras que salen de los laterales del espejo, son cálidas, pero quizá crean alguna sobra delante del espejo. A la derecha, tras la puerta, que tiende a abrirse sola, queda el inodoro y el bidet en porcelana blanca. De frente encontramos un enorme espejo ocupando toda la pared, y bajo él, una larga encimera, de pared a pared, en vidrio verde. En ella, un lavabo metálico con el grifo y su mando empotrados en la pared. Junto a estos, dos botes de jabón de la marca Rituals algo incómodos de usar. Dos enormes toallas de ducha se ofrecen allí dobladas. Dos de lavabo, cuelgan de una barra. Todas ellas blancas, limpias, mullidas y en perfecto estado. En la pared de la derecha hay un secador de pelo de escasa potencia y un teléfono. En la de la izquierda, un espejo de aumento dirigible. Sobre la encimera hay dos enormes vasos de plástico en color naranja.
 
A la izquierda de la puerta está la enorme bañera protegida por una colorista, efectista y antihigiénica cortina de ducha, en un material plastificado, con el logo del hotel en naranja en el centro. Dentro hay una buena grifería con una ducha de teléfono con alcachofa de masaje. Presión, caudal y temperatura son correctas. 

Por la mañana junto a la recepción se sirve un amplio buffet de desayuno quizá demasiado disperso, con puestos con comidas y bebidas por todo el restaurante. Zumos naturales (incluyendo una máquina para preparar en el momento zumo de zanahoria), huevos revueltos (mejorables), bacon, salchichas, fiambres, quesos, bollería y pan recién hechos, algunas tartas, cereales, distintos tipos de leche... Todo ello servido en un restaurante quizá escasamente iluminado cuando fuera aún no ha amanecido. Vajilla de aire vintage, y café, no demasiado malo, que se ofrece en una máquina que además permite llevárselo en un vaso de cartón. 

Justo al lado, en el mismo mostrador, una joven más servicial que simpática, también vestida con el curioso uniforme, nos cobra la estancia tras preguntarnos por el minibar.

Calidad/precio: 
Servicio: 6
Ambiente: 8.5
Habitación: 8.5

Baño: 7.5
Estado de conservación: 9

Desayuno: 8.5
Valoración General: 8

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