miércoles, 5 de marzo de 2008

HOTEL INGLATERRA (SEVILLA)



Hotel Inglaterra (****)
Plaza Nueva 7
41001 Sevilla
Telf: 954.224.970
Fax: 954.561.336

hotin@hotelinglaterra.es
www.hotelinglaterra.es

Habitación: 317
Fecha de llegada: 03/03/2008
Tarifa: 97€ (Sólo Alojamiento)

El propietario de la cadena Hilton decía que lo más importante para un hotel era: "Location, location, location and at the end... location". El Hotel Inglaterra cumple a la perfección este lema: una localización absolutamente envidiable. En plena Plaza Nueva, a un paso de la Catedral y sobre la zona comercial más céntrica de la ciudad.

Este año el hotel celebra los 150 años desde su fundación como Fonda Inglaterra. Sería bueno que el Ministerio competente en materia de Turismo pusiera un poco de orden en este caos porque ya es el quinto hotel que me alojo que lleva a "gala" ser el más antiguo de España (el Oriente en Barcelona, el Balneario de Jaraba en Calatayud, la Perla en Pamplona y el Real en Santander). Cada uno cuenta los toros como le han ido, claro y alguno será el más antiguo "nunca cerrado", otro será el "más antiguo como hotel", otro "como Fonda", otro...

La remodelación de la Plaza Nueva le ha dado al hotel una traquilidad y un encanto asombrosos en el mismo corazón de Sevilla, sólo rotos por el sonido del extravagante Metro Centro que recorre los escasos 2km que separan la Plaza del Prado de San Sebastián. Una recepción ágil aunque no del todo servicial nos recibe engalanada con uniformes de época. En la recepción encontramos motivos decorativos que tienen que ver con el pasado histórico del hotel (una foto de Alfonso XII, vajilla de época, llaves antiguas, libros que hacen alusión al hotel...).

A través de los ascensores llegamos a las plantas de las habitaciones. Nada más abrir la puerta del ascensor nos sorprende el exceso decorativo. Demasiado pastel en las paredes: verdes, azules y sobre todo alberos en paredes, chimeneas, molduras. El suelo de marmol asalmonado resulta algo frío y sobre todo ruidoso para los troleys. La puerta de la habitación aparece decorada con el logotipo del hotel.

Una vez dentro, el marrón y albero apastelado lo invade todo. Una confortable sensación cálida llena la estancia, de tamaño más que adecuado. El suelo de parquet marrón resulta agradable aunque en algunos tramos "se hunde" un poco al pisar. Dos mesillas enmarcan una cama demasiado grande para ser individual y demasiado pequeña para ser doble. En las mesillas infernales lámparas de lectura, pero sendos enchufes para cargar el móvil o el portátil trabajando desde la cama. La ilumiación en general resulta pobre y falta de potencia.

Junto a la cama un sillón con una mesa baja cerca de la ventana por la que disfrutamos de las vistas de los tejados de las callejuelas de Sevilla, y frente a ella la televisión con el minibar. El mueble en el que se metió el minibar se hizo sin mucho propósito, y la puerta del frigorífico golpea con uno de los topes de la puerta, impidiendo su apertura. Frente a la cama, el maletero y un pequeño escritorio para trabajar. La conexión es por cable pero de pago.

La lencería de cama es agradable aunque el colchón excesivamente duro y la almohada increíblemente incómoda. En el enorme armario que se ilumina al abrir encontramos dos cuadrantes duros como piedras que tampoco nos ayudan a mejorar nuestro descanso. El armario dispone de todas las opciones que podamos imaginar: colgador, baldas, cajonera, caja fuerte, colgador corto, zapatero, e incluso un corbatero y un cuelga cinturones que por haberse colocado en el fondo del armario es complicada su utilización. En cualquier caso echamos en falta un espejo. Tan sólo está el del baño.

Aunque la ventana dispone de persianas automáticas que impiden el paso de la luz exterior el potente reflector de luz de emergencia situado sobre la puerta de entrada evita la oscuridad total en la estancia. El AC aunque muy silencioso escupe un fuerte caudal de aire que llega a molestar. No se escuchan los sonidos del pasillo, pero sí los ruidos del vecino: sus conversaciones, si va al baño, si abre el grifo...

El baño necesita una reforma integral que lo armonice y lo adecue a los tiempos modernos. Aunque está cuidado resulta un museo de diferentes épocas y estilos. Grifería moderna y monomando en el bidet, roñosa y antigua en el lavabo, arcaica en la ducha. Toalleros modernos para el bidet, metálicos y sosos para el lavabo y porcelánicos y viejos para la ducha. Cuando el agua corre el baño se impregna de un cierto olor a "pozo" que resulta desagradable. A pesar de ello tanto el caudal como la temperatura de la ducha resultan fantásticas. No así en el grifo del lavabo que "pone y quita agua".

Las toallas son abundantes, de calidad y con bonitos bordados con el escudo del hotel. Las amenities sorprenden por su gracia andaluza, aunque faltan algunas cosas como el cepillo de dientes, máquina de afeitar, gamuza para los zapatos... Los kleenex se ofrecen en una terrible caja de plástico atornillada a la pared.

En definitiva, un hotel más que correcto en una de las mejores localizaciones de la ciudad.

Calidad/precio: 7.5
Servicio: 7
Habitación: 8.5
Baño: 5.5
Estado de Conservación: 7.5
Valoración General: 7.5

1 comentario:

Regaliz dijo...

He estado alojado en este hotel que se supone tan emblemático, pero... muchas pretensiones y poca chicha. Del montón y muy caro para lo que ofrecen. Huele un poco a naftalina. Por menos dinero hubiera preferido alojarme en otro muy cercano que tenía una pinta maravillosa.