domingo, 25 de mayo de 2008

HOTEL NUEVO MADRID (MADRID)



HUSA NUEVO MADRID (****)
Bausá 27
28033 Madrid
Telf: 912.982.600
Fax: 912.982.601

info@hotelnuevomadrid.com
www.hotelnuevomadrid.com

Habitación: 509
Fecha de Entrada: 21/05/2008
Tarifa: 89€ (Sólo Alojamiento)

Sobre el nudo de la Paloma, en el enlace de la M-30 con la carretera de Burgos un cubo de acero y sobre todo cristal acoge este moderno hotel. Abanderado por la cadena Husa, en pocos sitios encontramos su logo. Aunque está algo alejado del centro de Madrid, su situación junto a la Calle30 permite el acceso rápido a cualquier punto de la capital y sobre todo a los nuevos desarrollos inmobiliarios y empresariales del norte.

Un portero cordial y simpático nos da la bienvenida junto a la puerta giratoria. Una vez dentro, un enorme hall comparte la recepción, el bar y una zona de estar en un enorme patio al que se abren –acristalados- los pasillos de las habitaciones y los ascensores panorámicos.

El trato en el mostrador es sumamente educado pero tan lento y peñazo como siempre. ¿Porqué nadie piensa algo para evitar ese engorro?. Yo voy al hotel a dormir, no a ver a un tipo meter datos en un ordenador. Otra vez, “déjeme una tarjeta de crédito para los extras”… Oiga mire, que no voy a robar nada, que es el enésimo hotel de su cadena y que además el día que quiera robar algo, no se preocupe, que será tanto lo que me lleve, que no podrá cobrarlo de la Visa.

Por los ascensores panorámicos ascendemos hasta nuestra planta. Nada más salir del ascensor, una puerta de emergencia que ha sufrido el paso de miles de carros de limpieza da una deplorable sensación a un vestíbulo de por sí algo frío: luces blancas que rodean las puertas del ascensor y un sofá.

Los pasillos de paredes verdes, moqueta color crudo y números de las habitaciones junto a las puertas iluminados bajo un frío metal.

Tras la puerta accedemos a la habitación. No hay recibidor. Directamente la estancia. Cuadrada, suelo de moqueta marrón clara con no demasiadas manchas y sorprendentemente oscura. Ni un solo punto de luz en el techo toda la iluminación se reduce a las lámparas de noche de las mesillas y la lámpara del escritorio.

Una cama con cabecero alto de madera y piel, bien presentada con colcha marrón y cojines a juego. Demasiado pequeña para ser doble, grande para ser individual. Dos mesillas, increíblemente alejadas de la cama –desde la cama casi no se llega a los interruptores de la luz- sin enchufes cercanos, un armario ropero de puertas correderas cuyos vanos resultan excesivamente estrechos y un largo armario maletero, minibar y escritorio situado delante de la enorme ventana. El escritorio está lleno de cosas: una bandeja, el televisor, con un cable de conexión a la red que cruza por delante de la mesa, dos lámparas, un bade… Resulta difícil trabajar en él.

Aún así hay enchufe cercano a la luz, y a la red, aunque no funciona, pero se dispone de una red wifi, tan gratuita, como intermitente y desesperadamente lenta.

La cama resulta confortable y bien vestida. Algo alejada de las mesillas que seguramente se diseñaron para acoger una cama más grande. El descanso se consigue pero con cierta dificultad: la cortina se encargó con la medida demasiado escasa y es imposible cerrarla del todo. Los portazos de las otras habitaciones también nos molestan pero sobre el todo el zumbido del Aire Acondicionado cuyo regulador no dispone del botón off.

El baño es para el minusválido. Frío. Muy frío. Todo de mármol blanco con vetas en gris, luces frías en el centro del techo, con escasa iluminación en la zona del lavabo. La puerta no deja de abrirse continuamente y acaba golpeando con el inodoro, que dispone de unos de esos artilugios que lanza agua para sustituir al bidet. El grifo del lavabo tiene grabado el logo del hotel así como toda el enorme y completo surtido de amenities de una calidad más que razonable.

Las toallas, justas de tamaño y cantidad, se encuentran situadas en un toallero sobre el lavabo, molestando a los más altos estar delante del espejo y además bastante alejadas de la ducha. Se observan en la pared los restos de tacos de encastre de algún otro accesorio de baño que se retiró.

La ducha tiene una de esas sillas ortopédicas para sentarse. Su plato es tan escaso que el agua inunda todo el baño a pesar de ejecutar la maniobra de ducha con cierto cuidado y que la presión del agua es escasa. Los grifos termostáticos resultan de complejo manejo, agravado porque el agua caliente tarda demasiado tiempo en salir.

La salida, como suele ser habitual, no sorprende. Más preocupados por el minibar que por mí. Sonriente despedida en la puerta de un cordial portero.

Calidad/precio: 8
Servicio: 6
Habitación: 7.5
Baño: 5
Estado de conservación: 8.5
Valoración general: 7.5

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