jueves, 16 de octubre de 2008

HOLIDAY INN EXPRESS ALCORCON (ALCORCON - MADRID)



HOLIDAY INN EXPRESS ALCORCON (***)
Avenida Argentina s/n
28922 Alcorcón (Madrid)
Telf: 912.114.800
Fax: 912.114.805

express.alcorcon@ichotelsgroup.com
www.6c.com

Habitación: 014
Fecha de Entrada: 14/10/2008
Tarifa: 85€ (Alojamiento y Desayuno)

A 13 kilómetros de Madrid junto a la N-V, Holiday Inn nos ofrece aquí una de sus enseñas Express. El edificio, rodeado de una verja blanca es similar a otros hoteles de la misma cadena. Un enorme parking descubierto nos lleva hasta la entrada, quizá poco iluminada.

Tras la puerta, unos biombos a la izquierda separan la entrada del comedor de desayunos - sala de estar. A la derecha máquinas de vending, los ascensores y el pasillo de las habitaciones de la planta baja. De frente el mostrador de recepción. La luz es adecuada pero una televisión berrea de forma desagradable.

En el mostrador la atención es cordial y correcta. Muy rápida. Nos sorprende que nos solicitan el pago de la habitación en ese momento, antes siquiera de verla. Por un pasillo situado junto a los ascensores accedemos a la habitación.

Tras la puerta, el estándar del grupo. Paredes blancas, puertas de madera clara, moqueta de color indefinido pero oscuro y el mismo mobiliario de siempre. A la izquierda de la puerta, la entrada al baño, que se presenta iluminado con una luz azulada. A la derecha una puerta de comunicación con la habitación de al lado.

La habitación resulta amplia: una cama grande cubierta por un nórdico demasiado apagado para ser blanco y demasiado claro para no serlo protegido con un pie de cama rojizo. Frente a la cama, un armario estrecho (apenas cabe la americana) y poco profundo. El armario dispone de una tetera con café e infusiones de libre disposición. Junto a este, un maletero plegable y un espejo con el secador de pelo. Un enorme escritorio con un flexo y la televisión. Bajo la ventana, que se puede abrir del todo y ofrece vistas del parking en primer plano y de la carretera en segundo plano, una butaca con una mesa de centro. No hay minibar.

La cama aparece encuadrada entre dos mesillas pequeñas, aunque uno de los lados de la cama resulta impracticable al quedar demasiado cerca de la pared. Las mesillas disponen de luces dirigibles aunque al tocarlas resultan demasiado frágiles y da miedo el romperlas. Falta enchufe para cargar el móvil, aunque en el escritorio hay dos, y conexión a internet, pero de pago.

El nórdico de la cama es demasiado suave para el otoño madrileño y se pasa frío. Mucho frío. Porque no hay manta supletoria en el armario y porque el aire acondicionado, aunque seleccionemos 30 grados lanza el mismo aire frío que si lo ponemos a 18. El colchón es confortable y la lencería manifiestamente mejorable... se nota en el tacto el exceso de lavados.

La insonorización hacia dentro está muy bien conseguida, pero hacia fuera, se oye demasiado la carretera, especialmente las ambulancias que acuden a los hospitales de Alcorcón sobre todo a primera hora de la mañana. El foscurit permite proteger de la luz consiguiendo casi la total oscuridad.

El baño es blanco contrastando con la encimera negra. Pequeño pero suficiente de tamaño. Junto a la puerta, un tramo de la pared es de cristal con vistas a la habitación, aunque un vinilo protege de la intimidad. Una lámpara roja hace las veces de calefacción sin conseguirlo demasiado. El grifo del lavabo está demasiado alejado de la poza y resulta complejo lavarse las manos, especialmente los que las tenemos grandes. Las amenities han desaparecido y sólo se ofrecen dos vasos de plástico bástamente envueltos en celofán, un bote de jabón de manos Dove anclado a la pared, y otro de champú Lux anclado a la ducha, pero que resulta estar vacío.

Por la mañana una cucarachita pasea por la junta de la bañera con el suelo. No ha sido el único polizón en la habitación porque el brazo aparece con un camino de granitos de algún mosquito o similar que se dio un atracón. Las toallas son abundantes, pero demasiado pequeñas, demasiado viejas, demasiado ásperas y demasiado simples. La presión del agua y la temperatura son correctas y se agradece el mando termostático.

Por la mañana, un desayuno buffet de escasa calidad, corto surtido y autoservicio resulta más que obligatorio: porque está incluido en el precio, y porque no hay otras muchas opciones en los alrededores.

La despedida en el mostrador es agradable. No se interesan por la noche que hemos pasado, pero al menos nos desean un buen día y nos animan a volver.

Calidad/precio: 4.5
Servicio: 8
Habitación: 6
Baño: 1.5
Estado de conservación: 6.5
Valoración general: 4

3 comentarios:

Toni dijo...

Asombroso. Estilo de pago MacDonalds en este hotel. Yo no volvería.

Carlos Andreu dijo...

Lo de pagar "in advance" me da un poco igual, cuando te encuentras un bicho en el baño, o que no hay champú con el que lavarte el pelo.

Francisco Miranda dijo...

Hay que tener en cuenta que la habitación viene de serie sin amenities. Conozco el de Poitiers y está bastante bien. Además lleva el desayuno gratis.