martes, 7 de abril de 2009

HESPERIA VIGO (VIGO - PONTEVEDRA)


HESPERIA VIGO
Avenida Florida 60
36210 Vigo
Telf: 986.296.600
Fax: 986.291.800

hotel@hesperia-vigo.com
www.hesperia-vigo.es

Habitación: 708
Fecha de llegada: 26/03/09
Tarifa: 67€ (Alojamiento y Desayuno Buffet)

En una larguísima avenida, lejos del centro de la ciudad, pero al lado del campo de fútbol, Hesperia gestiona el antiguo Hotel Vigo Real. Aunque la cadena ha intentado imponer su estilo y su manera de decorar los hoteles, en este caso se ha quedado a mitad de camino en la renovación.

Tras una puerta giratoria accedemos a un hall con zonas de estar a derecha e izquierda y un largo mostrador de recepción atendido sólo por una persona. Al fondo los ascensores, la cafetería y el restaurante. Techos altos, mármol en el suelo y madera clara bastante maltratada en el mostrador. Tras él una recepcionista hace esperar a tres huéspedes para el check in hasta contestar cuatro o cinco llamadas de teléfono. Después lo de siempre: DNI, tarjeta de crédito... Nos indica como funciona el wifi gratuito y nos da las contraseñas mientras nos entrega las llaves.

Por un ascensor lleno de anuncios del hotel y de un congreso de Medicina Deportiva que se celebra en los salones del mismo, llegamos a las habitaciones. Al salir del ascensor descubrimos una moqueta color salmón bastante desgastada, paredes blancas y puertas algo pasadas y bastante rozadas de moda de color oscuro.

Tras la puerta encontramos un pequeño recibidor con la puerta del baño y un armario de puertas correderas que corren bastante mal. El interior bastante bien vestido y con una madera más moderna que la de la puerta. A continuación, y separado por otra puerta oscura encontramos el dormitorio.

Madera clara agradable en el suelo; paredes color crudo, una cama grande centrada en un cabecero de madera con dos mesillas, y lámparas sobre las mismas. Junto a los interruptores hay un enchufe para el móvil. A los pies de la cama un escritorio algo destartalado, con un enchufe cercano y wifi gratuito. Junto a la ventana, con vistas al campo de fútbol, hay una butaca y junto a ella un minibar con la televisión encima.

La cama es confortable pero sin más. La lencería, aunque limpia adolece de aquel exceso químico de las lavanderías industriales y llega a a resultar a veces algo áspera. Las almohadas son algo bajas, pero hay cuadrantes suficientes como para incorporarse en la cama y trabajar o leer... La insonorización hacia fuera es correcta además de encontrarnos en un piso alto, pero hacia dentro la cosa flojea un poco, y se escuchan los movimientos del vecino, sus portazos, voces, duchas... El aire acondicionado no es necesario usarlo, ya que el sol pega con fuerza durante el día en la habitación, por lo que la sensación de calor es importante. Si hiciera falta usarlo resulta algo molesto en cuanto al sonido, pero los hemos visto peores.

La sensación en el baño es algo antigua. Mármol de colores rosas, blancos y negros. Una larguísima encimera de mármol claro alberga un lavabo sobre el que es extiende un enorme espejo. Frente a ellos inodoro y bidet. Junto a ellos una bañera con ducha. La presión y el caudal necesitan mejorar, pero también hemos visto peores. Las amenities se reducen a gel, champú y pastilla de jabón, de impecable calidad, aroma y presentación.

La lencería presenta piezas muy grandes, aunque combina algunas piezas nuevas, esponjosas y agradables con otras más viejas y menos agradables.

Por la mañana, en el restaurante se presenta un formidable buffet de desayuno, con variedad de productos, elevada calidad, simpático servicio y una máquina de cafe Nespresso como alternativa a la jarra de café líquido normalmente inbebible.

En el mostrador, el adiós se resume en una pregunta sobre el minibar.

Calidad/precio: 7
Servicio: 4.5
Habitación: 7
Baño: 5
Estado conservación: 5
Valoración General: 6

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