jueves, 7 de octubre de 2021

NH MADRID ATOCHA (MADRID)


NH MADRID ATOCHA (***)
Paseo Infanta Isabel 9
28014 Madrid

Habitación: 605
Fecha de entrada: 29/04/2021
Tarifa:  (SA)

Delante mismo de la Estación de Atocha, casi oculto por los enormes árboles del Paseo, este histórico hotel de la cadena NH ocupa un edificio de tres cuerpos, siete plantas con ciertos aires clásicos y con un montón de antenas en la azotea. Empotrado entre otros edificios pasa bastante desapercibido frente a la majestuosidad de algunas de las edificaciones adyacentes como el Museo de Antropología o el Ministerio de Agricultura. 

Una puerta corredera de cristal y aluminio negro algo baja nos introduce en un mínimo recibidor acolchado por una mullida alfombra negra sobre mármol claro. A la derecha dos sillas de madera con una mesa de centro. De frente una escalera que sube a un espacio superior con un puñado de sofás. A la izquierda cuatro escaleras nos bajan a una mínima recepción ocupada por un mostrador contundente en granito negro. Suelo de mármol, paredes en vescom claro y grandes fotos de rincones madrileños, techo bajo a lamas de madera a juego con la pared del fondo de la recepción. Dos puestos de trabajo protegidos por mamparas, un bote de gel hidroalcohólico -ya medio retirado-, algunas pantallas que informan sobre servicios del hotel, y unos tpvs para el pago. Luz fría y bastante caos de papeles y carpetas en la mesa que hay tras el mostrador. Sensación de calma y limpieza. Pero también de impersonalidad y angostura. Se nota una reciente reforma.

Rápidamente aparece en el mostrador un sonriente, amable y cordial recepcionista que nos pregunta el nombre y un instante nos ha entregado los documentos a firmar y la llave de la habitación en una carpetita de cartón. Nos explica el funcionamiento del wifi, que es gratuito y correcto en todo el edificio y nos recuerda los horarios de los servicios del hotel. En apenas dos minutos estamos avanzando hacia la derecha por un pasillo blanco que termina en el comedor de desayunos en ese momento con las luces apagadas. Un pequeño pasillo a la derecha nos conduce hacia unos aseos y hacia el ascensor, ubicado junto a una pared de espejo con lamas de madera.

El ascensor es nuevo, metálico. De puertas automáticas y generoso tamaño. Quizá lo único grande que haya en el hotel. Suelo de granito, paredes metalizadas con algunos carteles con las medidas covid de la cadena y un folio con los horarios de los servicios del hotel. La pared del fondo está recubierta por un espejo en la mitad superior. Sobre la botonadura metálica una pantalla emite noticias. Las puertas se abren tras un aviso sonoro a un estrecho, frío y antiguo recibidor por el que pasa la escalera y en el que destaca un enorme extintor y una vieja papelera metálica. Allí mismo hay dos feas puertas metálicas antiincendios que nos introducen en el pasillo de las habitaciones. Estrecho, demasiado iluminado, con luces frías, suelo de mármol, paredes en vescom claro con algunas láminas grandes con fotos de detalles de la ciudad. Unos números metálicos brillantes -de la primera época de NH- nos indican la dirección de las habitaciones. La nuestra queda a mitad de un largo y estrecho pasillo con cierta sensación de frialdad.

La puerta, pintada en un tono gris verdoso es tan nueva como pequeña: más estrecha y baja que una puerta estándar. Introducimos la tarjeta en la cerradura y tras abrir la puerta caemos directamente al dormitorio. El suelo muta a una madera oscura bastante agradable y bien cuidada. El espacio es pequeño. Justo para una persona pero debe ser algo agobiante para dos. Todo nuevo. El contraste del suelo oscuro con el blanco del vescom de las paredes, de la cama, del cabecero, del escritorio y de los visillos es potente. 

A la izquierda encontramos una ranura para meter la tarjeta y activar la luz. Junto a ella, un interruptor metálico. Y allí mismo la cama. Blanca, cómoda, grande para ser individual, pequeña para ser doble. Vestida en blanco con un agradable edredón y cuatro almohadas de distinto tamaño y dureza. Colchón de buen calibre. Empotrada contra un cabecero de piel clara, de dos cuerpos en forma de capitoné. Alrededor del cabecero hay una tira de red retranqueada que ofrece una iluminación agradable al espacio. A cada lado de la cama hay sendas mesillas redondas, de madera lacada en un blanco metalizado. Sobre ambas, interruptores para apagar las luces y enchufes disponibles. Además en la pared, encima de ambas hay sendos reflectores de luz en forma de focos poco afortunados, pero dirigibles para la lectura desde la cama. En una de las mesillas hay un teléfono y el mando de la televisión plastificado.

En la pared del fondo oculta tras un foscurit blanco y unos visillos en el mismo color hay una ventana de poderoso aluminio blanco con curiosas vistas a las cúpulas del Museo contiguo aquí delante, y al Retiro allí algo más lejos. A los pies de la cama, y sin apenas espacio en el que removerse hay un armario empotrado pequeño. Dos puertas correderas, una de espejo y la otra de madera, ocultan un interior con un colgador con media docena de perchas antirrobo, una caja fuerte y un maletero plegable de metal y tiras de tela negra. En el otro lado, baldas.

Junto a la puerta de entrada hay una papelera de metal y a su lado un poderoso escritorio de madera lacada en blanco también metalizado. Bajo ella hay una silla de trabajo con ruedas de piel clara y acero. En un extremo cerrado con una puerta un minibar bien surtido. Sobre la mesa, además de dos kits con mascarillas, guantes, y gel, hay una botella de agua grande y un plato con jamón, queso y pan. En un extremo un flexo dirigible que se enciende de forma táctil. En la pared, varios enchufes disponibles, un par USB, y una pantalla de televisión plana y generosa. 

Junto a la puerta del baño hay un display en forma de pantalla digital para manejar el aire acondicionado. Es tan moderno que nos resulta complejo su uso. En cualquier caso la temperatura de la habitación es más que correcta. La insonorización exterior es estupenda, la interior podría mejorarse un poco especialmente el duro paso por el estrecho pasillo de pies y ruedas de maletas, aunque el hotel es tranquilo. La oscuridad no se consigue en la habitación durante la noche. porque por debajo de la puerta de entrada se cuela una raja de luz del pasillo que se mantiene iluminado toda la noche, la placa de aviso de incendios brilla demasiado y sobre la puerta hay un punto de luz verde permanentemente encendido. 

El baño resulta pequeño. Empezando desde la puerta, que resulta sorprendentemente estrecha y baja. Se le nota recientemente renovado. Suelo en porcelana gris y paredes en marrón. Buena iluminación con tres puntos de luz en el techo y dos apliques embutidos en el espejo que hay sobre el lavabo que además incluye el logo de la cadena. Lo primero que encontramos es el inodoro, antiguo pero bien cuidado de cisterna exenta. Al fondo hay una encimera en color arena sobre la que se sitúa un lavabo exento rectangular en blanco con un grifo monomando moderno, y una placa de porcelana blanca con un bote de champú, otro de gel, una pastilla de jabón y dos vasos de cristal. Cuelgan de la encimera dos toallas de manos, correctas, con el logo de la cadena. En la pared, un secador de pelo de buena potencia y una caja metálica con pañuelos de papel. 

A la derecha se ubica la bañera, protegida con una mampara de cristal de dos cuerpos. Rematada con un grifo de teléfono y otro de efecto lluvia. Presión y temperatura son excelentes. Al caudal puede que le falte un poquito. Dentro de la bañera hay un generoso calientatoallas que mantiene la temperatura durante la mañana y sobre él descansan dos toallas de baño más que correctas que junto con el pie de ducha completan el set de lencería. Junto a la puerta hay una pequeña percha metálica y el techo tiene varias trampillas practicables algo sucias con marcas de dedos.

Por la mañana salimos extremadamente temprano y no sabemos quién está más dormido si nosotros o el recepcionista que pesadamente nos cobra la estancia y nos entrega la factura sobre una mesa llena de papeles, sin olvidar preguntarnos por el minibar.

Calidad/precio: 7.5
Servicio: 8.5
Ambiente: 7
Habitación: 7.5
Baño: 8
Estado de conservación: 8.5
Desayuno: 

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