viernes, 13 de febrero de 2009

ABBA HUESCA (HUESCA)


Hotel Abba Huesca (****)
Tarbes 14
22.005 Huesca
Telf: 974.292.900
Fax: 974.292.901

www.abbahuescahotel.com

Habitación: 319
Fecha de Llegada: 09/02/09
Tarifa: 90€ (Alojamiento y desayuno buffet)

Se pone en contacto con nosotros el director del Hotel para indicarnos que ha leído la crítica, que le parece muy constructiva y que va a poner todos los medios en solucionar los pequeños problemas que hemos encontrado. Sólo esto, le honra para que le volvamos a visitar.

Un moderno edificio, situado en una amplia plaza a escasos metros de la estación del AVE de Huesca alberga este hotel Abba pensado en destacar lo que de nieve y esquí tiene la provincia. Una esplanada con zona para aparcar los coches precede a la puerta giratoria que nos deja delante de la recepción.

El hall es amplio. Frente a nosotros el mostrador de recepción, a la derecha una zona de estar con sofás y mesas para la tertulia y a la izquierda la cafetería. Sobre el mostrador el techo se abre hacia arriba al estilo del Marriot Marquis de New York, pero en este caso las balconadas a las que dan los pasillos de las habitaciones recuerdan por el color y la forma las cumbres nevadas del pirineo aragonés.

Los trámites de check in se hacen largos, tediosos y fríos. Además el mostrador aparece lleno de lámparas, portafolletos, pantallas... lo que hace difícil encontrar un espacio cómodo para dejar la cartera, el maletín... Una vez entregadas las llaves avanzamos hacia el ascensor por un pasillo decorado con objetos de viaje (maletas, paraguas...) en bronce.

Los ascensores son amplios, luminosos y panorámicos. Al salir del mismo encontramos los pasillos, uno a cada lado, que cuelgan sobre la recepción en los que se presentan las habitaciones. Puertas de marrón oscuro y números inscritos en un pequeño dibujo metálico que recuerda a las montañas.

Tras la puerta encontramos un espacio enorme y brutalmente iluminado. Suelo de madera clara y un pasillo con el maletero y un generoso armario a la izquierda, mientras que a la derecha queda la puerta del baño. Interruptores de diseño. Una puerta nos separa del dormitorio.

Este es inmenso, gigante, incluso dispone de espacio vacíos. Una cama cubierta con una colcha azul oscura y enmarcada por un gran cabecero de madera; mesillas, un gran escritorio junto a un galán de noche / planchador, un espejo y junto a la enorme ventana una mesa de centro y una incómoda butaca. La amplitud de la ventana, el color claro del suelo y el vescom gris clarito en la pared desafortunadamente colocado aumentan la sensación de luz.

La cama resulta formidable: grandiosa, muy cómoda y de sábanas nuevas. Tan nuevas que todavía tienen hasta la etiqueta puesta. La luz de la ventana se oculta totalmente gracias al tupido y amplio foscurit, a un visillo y a unas poderosas cortinas de tonos crudos. Sin embargo por la puerta de la habitación entra luz. Menos mal que hay una puerta que separa la entrada del dormitorio y atenúa al máximo la luz. Sobre la cama un detector de incendios o humos dispara durante toda la noche unas luces rojas intermitentes. El aire acondicionado funciona mal. El display resulta complejo y antiguo, pese a que todo el hotel es nuevo. No se consigue la temperatura que marca y el ruido es demasiado molesto. A cambio la insonorización es buena hacia dentro y hacia fuera.

En las mesillas hay enchufes para el móvil, y un interruptor que apaga todas las luces de la habitación. En el escritorio también. Es amplio y con silla cómoda lo que ayuda al trabajo. Sin embargo, la parte baja del tablero de la mesa no se ha limpiado y llenamos nuestros pantalones de serrín al levantarnos. Hay un enchufe para la red, pero el wifi es de pago. Al final de la mesa hay un televisor de plasma, y bajo él un minibar.

El baño es amplio. Muy luminoso y cálido gracias a un radiador. El suelo es de porcelana casi negra que imita a la madera. Los sanitarios nuevos. Hay dos lavabos rectangulares encastrados en una encimera de mármol negro. Lástima que las juntas no estén bien resueltas y se note demasiado la silicona casi ennegrecida. La grifería es de Porcelanosa, de corte moderno, aunque no funciona bien y se escapa agua por la parte baja del mando.

El set de amenities se presenta en una rejilla sobre una pequeña estantería que hay sobre el inodoro y el videt. Es sencillamente espectacular. Todo lo que podamos imaginar está allí: set dental, afeitado, after shave, bodymilk, pañuelos, esponja... Lástima que gel y champú se encuentren en sendas botellas ancladas a la pared de la ducha. Todo ello de la colección Atapuerca preparada para la cadena. Puestos a ponerles un pero, quizá haya demasiado papel que acaba tirándose a la basura.

La lencería de baño es amplia, agradable, esponjosa y nueva. La ducha dentro de una bañera protegida por una mampara de cristal dispone de varias posiciones de masaje en una gran alcachofa. Quizá falte un punto de caudal y sobre otro de presión. La temperatura es óptima.

Por la mañana un suculento, sabroso y muy bien atendido buffet invita al desayuno, coronado por un café de Nespresso, después de haber probado algunas delicias de la zona (longaniza, trenza...). Lástima que la salida en el mostrador sea tan fría como de costumbre.

Un hotel agradable a un paso de todo lo que hay en Huesca, con espacios amplísimos y generosos, adecuado tanto para la visita turística, como para el viaje de negocios o la como cuartel general para visitar las pistas de esquí.

Calidad/precio: 8
Servicio: 7
Habitación: 8
Baño: 8
Estado conservación: 8.5
Valoración General: 8

1 comentario:

Toni dijo...

Estuve en este hotel hace 10 días y parece que han solucionado la agilidad de la recepeción. Es más, tanto en la llegada como en la salida, no recuerdo un hotel tan rápido y diligente en mucho tiempo.

Lo que no es de recibo es que cobren por la conexión a Internet y la salvajada de precio. Yo porque fue una reserva de última hora pero si no, hubiera ido a la competencia de al lado que sí tiene WIFI incluído en el precio. Parece mentira para un hotel ya de nivel alto que no se den cuenta de que cada día es más importante la conexión a Internet. Yo la prefiero al televisor y ya pesa mucho en la elección del hotel.