jueves, 16 de abril de 2009

HOTEL LA MUSICA DE SEVILLA (SEVILLA)


HOTEL LA MUSICA DE SEVILLA (**)
San José 10
41004 Sevilla
Telf: 954.501.443
Fax: 954.500.019

info@hotelamadeussevilla.com
www.hotelamadeussevilla.com

Habitación: 205 Opera
Fecha de llegada: 09/04/09
Tarifa: 200€ (Sólo Alojamiento)

En plena judería de Sevilla, frente a la Iglesia de San José un edificio clásico con patios, escaleras y magníficas terrazas con espectaculares vistas de la ciudad, alberga dos hoteles: Amadeus y La Música de Sevilla. Ambos comparten la recepción del Amadeus, situada en la calle Farnesio. La Música de Sevilla tiene una puerta en la misma calle San José a la que se accede mediante un código electrónico que te entregan en recepción.

Nos reciben en la puerta de entrada, junto a un abigarrado patio con varios sofás, librerías, y un par de miniordenadores a disposición del cliente. El mostrador de recepción queda encajado debajo de la escalera, en un lugar no demasiado cómodo. Pese a ello el trato es muy cálido. Nos piden el DNI para fotocopiarlo, pero casi se nos olvida, porque mientras tanto nos preguntan por nuestro viaje, nos explican el funcionamiento del hotel y las cosas más destacadas de la ciudad, y nos entregan la llave con un pesado llavero en forma de violín. Se hacen cargo de nuestro equipaje y abrigos para que podamos salir a hacer unas gestiones por Sevilla. Cuando volvemos todo está perfectamente colocado en la habitación y en el armario.

Tras introducir el código, se abre automáticamente la puerta y accedemos a un pequeño espacio de mármol blanco con un ascensor panorámico situado junto a la puerta. Al resto del espacio se abren distintas pequeñas estancias decoradas con violines, partituras, retratos de músicos clásicos. Una de ellas está especialmente insonorizada y dispone de un piano a disposición de los clientes. Por el ascensor accedemos a un angosto pasillo que nos lleva hacia las habitaciones. Sólo dos o tres por planta.

La nuestra dispone de una puerta doble. Hay un pequeño escalón para acceder a la habitación. Tras la puerta, encontramos un suelo de madera sumamente limpio, un penetrante olor a cítricos proveniente de un frutero con naranjas y limones y mucha mucha luz. El acceso es directamente al dormitorio. Frente a la puerta hay una ventana, delante de la que se sitúa una mesa con dos sillas que hace las veces de escritorio, donde podemos enchufar un portátil y disfrutar del wifi gratuito que ofrece la casa. Hacia la derecha, y junto a un gran balcón a la calle se encuentra la cama, con un cabecero de maderas y dos pequeñas mesillas una a cada lado con imponentes lámparas pero poco prácticas para la lectura. Junto a la cama se dispone también de un armario empotrado. Todo el mobiliario es rústico. A los pies de la cama hay un maletero y un curioso armario a modo de cofre con patas.

A la izquierda de la puerta encontramos el baño y un pasillo junto a otro balcón. Al fondo del pasillo hay un armario con un pequeño fregadero, un microondas, el minibar y una cadena de sonido con varios CDs de música clásica a disposición del cliente.

La cama resulta formidable. El colchón es la unión de dos colchones de 90 sin que apenas se note la separación. Magnífico y reparador, como la lencería, suave, agradable y limpia. Almohadas y cuadrantes para tratar de ver (aunque la señal es deficiente) incorporados una pequeña televisión de plasma colgada de la pared. Las ventanas y balcones pueden cerrar sus portillos con clásicos cerrojos, y cubrirse con gruesos cortinones, por lo que la luz no entra en la habitación pese a que la fachada se ilumina por la noche. El equipo de aire acondicionado funciona a la perfección en caliente o en frío. La insonorización hacia fuera está muy lograda, pero no así hacia dentro. La ventaja es que sólo hay otra habitación en esa misma planta.

El suelo cruje demasiado cerca de la puerta del baño. Tras esta encontramos un espacio cuadrado, algo justo de iluminación. Inodoro, bidet, una encimera de madera que sostiene un lavabo exento y una bañera protegida con mamparas de cristal y que ofrece una espectacular columna de ducha/hidromasaje. Los accesorios de baño son de corte clásico, en color dorado.

Lástima que las amenities se reduzcan a una pastilla de jabón y unos sobres de champú y gel con el logo del hotel, que tiran por tierra la calidad de las toallas y del albornoz disponible. Tanto la presión como el caudal del lavabo y de la ducha resultan exquisitos, y tras el descanso de la noche, la ducha matutina resulta un lujo.

A primera hora de la mañana, la atención en recepción resulta algo tosca y distante, pero con trato familiar nos permiten dejar el equipaje en una salita anexa a la recepción hasta mediodía. Cuando volvemos a mediodía el trato resulta tan cordial y exquisito como en nuestra llegada.

Calidad/precio: 8.5
Servicio: 9
Habitación: 8.5
Baño: 8
Estado conservación: 8.5
Valoración General: 9

1 comentario:

rex dijo...

Tengo ya ganas de conocerlo!