Hotel Barceló Aranjuez ****
Plaza de la Unesco, 2.
Urbanización Ciudad Jardín de Aranjuez
28300 Aranjuez (Madrid)
Telf: 918.900.399
Fax: 918.916.101
www.barceloaranjuez.com
aranjuez@barcelo.com
Habitación: 303
Fecha de entrada: 14/02/2008
Tarifa: ??
Situado sobre un promontorio que domina la ciudad, entre el nuevo Casino de Aranjuez y un campo de golf recién estrenado, Barceló nos ofrece uno de sus hoteles Premium, lejos del casco urbano de la ciudad. El exterior frío y ecléctico se traslada también al interior: enormes superficies y espacios pensados para grandes bodas, convenciones y eventos. De hecho el hotel dispone de un centro de convenciones bastante bien montado y atendido.
La atención es recepción es cordialísima y sobre todo rapidísima. Como si el recepcionista hubiera llegado muchas noches a algún hotel agotado, y supiera lo que para el cliente implica esto. Un trámite rápido y fugaz y nos entregan la llave de la habitación que nos conduce al descanso.
Por unos ascensores repletos de carteles avisando de todo tipo de eventos y circunstancias del hotel (clases de Pádel con Roberto, precios del spa, horarios del desayuno, carta del comedor...)accedemos a los ámplios y desangelados lobbys de cada planta donde se abren los pasillos de las habitaciones. Maderas oscuras, paredes blancas, suelos de marmol protegidos con alfombras modernas. Tras la puerta de la habitación, el espacio es el rey.
Después de atravesar un pequeño hall encontramos a la izquierda una zona de vestidor y lavabo. Frente a él, el baño. Un paso más adelante encontramos la habitación. Sumamente amplia y luminosa. Una enorme cama de matrimonio, con lencería agradable, colchón confortable y almohadas excesivamente blandas y que nuestro cuello recordará al día siguiente. Junto a la cama, sendas mesillas sin demasiadas facilidades para enchufar móviles, portátiles... Si que destaca un interruptor que pone Off que apaga todas las luces de la habitación. Sobre él las lámparas de noche nos presentan "las tripas" al aire, dando una sensación algo chocante.
Frete a la cama, un enorme escritorio donde poder enchufar el portátil y conectarse a internet. Lástima que sea de pago, pero ya sabemos que algunas cadenas "se han vendido" a la telefónica de turno. Junto al escritorio, el minibar y sobre él una televisión auténticamente antediluviana.
Entre la cama y la terraza, un enorme espacio con una mesa de centro, una butaca de lectura, y un sofá que se puede convertir en cama para niños. Un enorme ventanal nos saca a la terraza, permanentemente iluminada y equipada con una mesa y dos sillas para disfrutar de la visión del campo de golf y de la zona de expansión de la ciudad más al sur de la Comunidad.
Entra luz por debajo de las cortinas y el foscurit, ya que la iluminación de la fachada es espectacular y se mantiene encendida hasta altas horas de la madrugada. Pese a ello, el AC zumba de lo lindo, y a pesar de indicarle una temperatura de confort, pasamos bastante frío.
El suelo de parquet resulta muy agradable para acceder descalzo al lavabo y al baño. Lástima que el lavabo se haya diseñado para gente sumamente baja. Hay que agacharse para verse en el espejo, y hay que doblar demasiado el espinazo para acercarse al lavabo. El set de amenities, propio de la cadena es más que completo (champú, bodymilk, gel, set dental, set de afeitado, peine, jabón, gorro de ducha, gamuza limpiazapatos...). Sin embargo la presión del lavabo es bastante escasa y el sumidero no traga excesivamente bien, por lo que el lavabo de cristal corre el riesgo de desbordarse si no cerramos el grifo rápidamente.
Frente al lavabo una puerta nos separa del resto del baño: WC, bidet, ducha exenta y bañera. El calor que desprende un calientatoallas es muy agradable en las frías mañanas de Aranjuez, y muy chocante si entramos desde la fresca habitación. La lencería, amplia, nueva, suave y esponjosa. Sin embargo tanto el suelo porcelánico como las paredes aparecen manchadas de unas extrañas manchas rojas, como de óxido, como de vino. Si son "dibujo" de la baldosa quizá se haya elegido mal esta, porque da la sensación de suciedad.
La ducha es agradable, amplia y bien construida, pero resulta decepcionante la presión del agua. Escasa, muy escasa para lo que hubiera sido una ducha fantástica. El calientatoallas nos ofrece enormes toallas calientes para secarnos.
En un frío salón atendido por un equipo bastante charlatán se sirve un enorme buffet libre en el que la calidad de los alimentos se ve algo disminuida pero a cambio el surtido se ve ámpliamente sobrepasado. Pocas cosas faltan en aquellos enormes exhibidores.
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