viernes, 3 de octubre de 2008

ABBA TRIANA (SEVILLA)



ABBA TRIANA (****S)
Plaza Chapina, s/n.
41010 Sevilla
Telf: 954.268.000
Fax: 954.268.001

www.abbatrianahotel.com

Habitación: 106
Fecha de Entrada: 03/10/2008
Tarifa: 111€ (Sólo alojamiento)

Si yo tuviera un solar para construir un hotel delante del Guadalquivir, entre el puente de la Barqueta y el de Triana con toda la Sevilla monumental enfrente hubiera construido algo típicamente sevillano. Sin embargo la cadena ha optado por el eclecticísmo propio de este tipo de gestión hotelera, que es igual dormir en Jaén que en Nueva York, en Roma, Zaragoza o Sebastopol.

Un moderno edificio color cobre marcado en el interior por un patio triangular, más al estilo del Marriot Marquis de Nueva York, que al de un Patio de Santa Cruz, nos recibe con típica frialdad y lentitud en la recepción: amplísima pero poco atendida, aunque tras el mostrador haya dos personas en nómina del hotel.

En uno de los vértices del triángulo se encuentran los amplios ascensores de cristal, que suben por el patio hacia las habitaciones. El pasillo, abierto al patio aparece protegido por una moqueta rojiza. La puerta de la habitación resulta algo estrecha, tanto que no se puede sostener para que pase otra persona, ya que ocupamos casi todo el vano.

En el interior sorprende el suelo de moqueta color chocolate. Poco suntuosa y sobre todo nada higiénica. La habitación resulta larga pero estrecha. El espacio que queda para pasar por los pies de la cama es demasiado escaso. Dos camas unidas bajo un cabecero que intenta dar -sin conseguirlo- un punto andalusí a la habitación, una televisión de plasma colgada de la pared, de tamaño proporcionalmente inverso al número de estrellas del hotel. Un maletero-escritorio que acoge el minibar, con una silla cómoda para el trabajo. Sobre el escritorio un enchufe para conectar el portátil a la red eléctrica. Wifi, pero de pago. Junto a la ventana -sobre la puerta principal- una butaca con una mesa de centro bastante destartalada sobre la que cenar, o dejar algún libro.

Las camas resultan demasiado blandas tanto en el colchón como en la almohada. Pero para gustos, los colores. Aparecen cubiertas con un cubrecama color crudo. La lencería es correcta pero sin grandes dispendios. Se nota que la lavandería es industrial y los almohadones producen un extraño tintineo al moverse. En las mesillas interruptores para apagar toda la luz de la habitación y enchufes para cargar el móvil. Sobre la mesilla en la que no está el teléfono hay una lámpara de lectura dirigible, con lo que hemos de elegir: luz o teléfono.

El foscurit es más que generoso y oculta la luz del exterior, así como la doble puerta consigue bastante insonorización del interior del hotel. No así a través de las paredes donde escuchamos los movimientos de los vecinos. El aire acondicionado, de sencillo manejo funciona a la perfección y en silencio.

El baño sigue las costumbres de la cadena. Mármol verde y crudo. Luces frías. Gran espejo, un lavabo, inodoro y bidet. Impecable bañera con mampara de cristal. Tanto la presión como la temperatura son más que correctas. Al igual que la lencería de baño, aunque notamos a faltar un albornoz (que sería necesario si realmente fuera un 4****S ¿no?).

Las amenities son contundentemente abundantes, del formato creado por Novotecnic para la cadena aludiendo a las excavaciones de Atapuerca. Destacan por su singularidad un bote de after shave y un frasquito de colonia. Gel y Champú se presentan en unos frascos anclados a la pared. Si ya las luces le quitan el glamour al baño, lo de los botes allí colgando, lo arrastran por el suelo.

Al despertar, interés por el minibar. Nada más.

Calidad/precio: 7
Servicio: 5
Habitación: 7
Baño: 7
Estado de conservación: 8.5
Valoración general: 7

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdon, pero quiero aclararte que el hotel esta entre el puente del Cachorro y el de Triana o, en los papeles Cristo de la Expiración y de Isabel II, respectivamente. Gracias y espero que lo corrijas.
Monstruo, eres un monstruo y te sigo cada noche desde casa.

Carlos Andreu dijo...

Tienes toda la razón amigo. Es más está junto al puente del Cachorro. Es que con tantos puentes en Sevilla me lío.
Gracias por seguirme. Los próximos post son tres sevillanos que vas a flipar...