Cuando emprendas tu viaje hacia Itaca debes rogar que el viaje sea largo, lleno de peripecias, lleno de experiencias.
viernes, 4 de julio de 2014
CAMINO REAL SANTA FE (MEXICO DF)
Camino Real Santa Fe (****)
Guillermo González Camarena N 300
Centro Ciudad Santa Fe
01210 México DF
Telf: +52.55.5004.1616
www.caminoreal.com
Habitación: 717
Fecha de entrada: 30/06/2014
Tarifa:
Un moderno edificio de acero y cristal rodeado de edificios corporativos, campus universitarios y zonas comerciales, del distrito de Santa Fe, acoge este recomendable hotel de la cadena Camino Real. Una amplia zona porticada permite la cómoda subida y bajada de viajeros de sus taxis y valets. Unas enormes puertas correderas de cristal dan acceso a un gigantesco recibidor, tranquilo, de mármol claro, con una enorme escultura colgante, muy bien iluminado de noche por puntos de luz y de día por la claridad que entra por la cristalera. A la izquierda de la puerta encontramos un pequeño mostrador de conserjería y un poco más allá un gran mostrador de recepción.
El trato al otro lado es muy correcto y servicial. ¡¡Cuánto deben aprender los hoteles de este lado del Atlántico del servicio y atención de los de aquel lado!!. Nos preguntan por nuestro viaje, por la hora que será en nuestra tierra, nos dicen que tenemos cara de cansados, nos entregan rápidamente la llave y de forma rápida nos repasan los servicios del hotel (horario de restaurante, servicio de valet...).
En el pasillo que conduce al restaurante y a la salas de reuniones encontramos los ascensores. Enormes, rápidos, modernos y silenciosos. Con algunos carteles de información del hotel y del tiempo que se espera. Al abrir las puertas, pasillos anchos en tonos arena, bien iluminados, algunos rectos y otros curvos, haciendo la forma del edificio.
La puerta de la habitación es enorme, tan enorme como el espacio que se abre a continuación. Un ancho pasillo con un gigantesco armario de techo a suelo a un lado y la puerta del baño, de cristal en el otro nos conduce a la enorme habitación que se remata en una enorme ventana desde la que se divisa la inmensidad de la ciudad. Agradable moqueta marrón clara, bastante bien cuidada. Un armario acoge el minibar, algunos cajones y un gigantesco plasma. Una cama, dos enormes mesillas, un escritorio de corte clásico y un par de butacones sobre una alfombra completan el mobiliario.
La cama es colosal. Enorme, con unas suavísimas sábanas, un mullido colchón y un ligero nórdico que acoge sin dar excesivo calor. Las mesillas quedan algo alejadas y bajas respecto a la cama. No disponen de enchufes en las mismas pero sí en el escritorio cercano. Lámparas con "pantalla" sobre las mesillas, no ayudan mucho a la lectura, pero la iluminación de la habitación resulta más de que correcta. Con varios puntos de especial intensidad.
El aire acondicionado funciona sin ruidos, y de forma poderosa. Es capaz de enfriar la habitación en poco tiempo. La insonorización interior es excelente aunque la exterior es un pelín deficiente. El hotel está en una zona tranquila alejada del tráfico, así que no hay ruidos, aunque la noche que llegamos había una fiesta en el jardín y la música molestó un poco hasta bien entrada la noche. Fuera de ese momento, la calma, y la oscuridad fueron totales.
El escritorio es generoso, con varios libros y revistas para matar el tiempo. Un flexo ayuda a la iluminación para trabajar. El enchufe está detrás del escritorio, y aunque es algo incómodo no es difícil acceder a él. El servicio de internet ofrece tanto conexión por cable como wifi. Tuvimos un problema con la conexión y nos enviaron al técnico de sistemas del hotel para solucionarlo. El servicio del hotel en general es absolutamente sobresaliente.
El baño, en mármol claro distingue tres partes separadas por mamparas y puertas de cristal. La zona principal, situada frente a los armarios ofrece una larga encimera con una moderna pila de lavabo junto a la que se disponen las toallas, gigantes y mullidas, y una cesta de mimbre con las completas amenities: gel, champú, jabón, crema hidratante, suavizante... Toda la pared frontal, es un enorme espejo. Resulta curioso que la iluminación de esta parte del baño es con una lámpara colgante con varias pantallas, a juego con las que adornan la habitación y el resto del hotel.
Los otros dos espacios lo ocupan el inodoro, quizá situado demasiado alto, y una cabina de ducha, con una enorme alcachofa. La presión, el caudal y las temperaturas son envidiables. Además dentro de la cabina encontramos un albornoz. El caudal es tan brutal que a veces el sumidero no puede tragar toda el agua que cae y algo acaba saliendo por debajo de la puerta y mojando la alfombrilla.
El desayuno es un espectáculo de cocina local e internacional, con zona de zumos y platos calientes que se elaboran en el acto. El servicio es atento y diligente, y el café más que correcto.
La salida, casi de madrugada, resulta algo fría en comparación con la calidez, rapidez y atención del resto del servicio.
Calidad/precio:
Servicio: 10
Habitación: 10
Baño: 9
Estado de conservación: 9
Valoración general: 10
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario