Rúa Cantón San Roque 5
15800 Melide (La Coruña)
Habitación: 413
Fecha de entrada: 11/11/2016
Tarifa: 30 A+D
En el mismo Camino de Santiago, en el centro
del pueblo, y escondido en un estrecho callejón al que se abre la larga
cristalera de una churrería con la que comparte propiedad, encontramos un
diminuto edificio de 4 alturas, moderno, nuevo, pintado en rosa palo.
Diminuto es el edificio, la recepción y los
espacios. Pero también lo es el precio. La acogida y atención sin embargo son muy grandes. Mucho. La persona encargada de la churrería sale a recibirnos y
nos entrega la tarjeta que hace de llave de la habitación. Sin más trámites que el de darle nuestro nombre en el mínimo espacio de la recepción. Un mínimo mostrador, con algunos folletos de servicios del
pueblo y un puñado de caramelos. Suelo de mármol muy limpio, reluciente y
nuevo. Nos explican el funcionamiento del wifi (que es gratuito, velocísimo y
funciona con una sencilla contraseña) , el horario de desayuno (en la
churrería) y el procedimiento para lavar y secar la ropa.
Un moderno ascensor, de metal, con una enorme pantalla para los botones y una pared de
espejo nos conduce hasta la cuarta planta donde en un pequeño recibidor se
abren las puertas de tres habitaciones. La cerradura de la puerta es muy
moderna, y basta con acercar la tarjeta a la misma. La puerta, de madera clara,
también es nueva.
Tras ella, el espacio es pequeño pero
suficiente. Moderno, limpio. Casi cuadrangular, suelo de parquet nuevo y limpio, paredes y
techos pintados en blanco. A la izquierda de la puerta un armario empotrado de dos
puertas con una balda, dos cajones y colgador con un montón de perchas de
distintos tipos.
En el centro la cama. Cómoda. Amplia para ser
individual. Algo justa si fuera doble. Vestida con sábanas limpias y suaves,
una manta y una colcha blanca que la recubre por completo. Cabecero de madera
clara. Sobre él, una lámina alargada con una foto del Camino. Encima el aparato
de aire acondicionado. Funciona con un "encendido y apagado" desde un
interruptor que hay sobre la mesilla. Funciona bien, pero no podemos calibrar
su potencia ni la temperatura -aunque está adecuada para el clima en el que viajamos-, y es bastante ruidoso para dormir con él
encendido.
A cada lado de la cama, dos estrechas mesillas
de la misma madera clara que el resto de la habitación. Sobre ellas, en un lado
un interruptor de la luz y el del aire acondicionado. En el otro, otro
interruptor y un enchufe. Sobre ambas, dos lámparas de noche con pantalla
cuadrada color crudo. Una de ellas no funciona.
La cama es cómoda, pero la insonorización es
bastante mejorable. Tanto interior como exterior. Del interior se escuchan las otras habitaciones y del exterior, aunque la zona es tranquila, se escuchan las máquinas del aire acondicionado situadas junto a la ventana. Para colmo, sobre la puerta
hay una luz que indica la "salida de emergencia" que es imposible
apagar y permanece encendida toda la noche. Si uno no llega muy cansado, puede que el descanso se le complica. Desde luego, si viene andando por el Camino desde Gonzar (32 kms) le da igual la luz o el ruido.
Al fondo de la habitación hay una ventana de moderno aluminio con
persiana y protegida por un estor con vistas al pueblo. Bajo ella una sencilla
mesa de madera, una silla y una papelera. Al lado un espejo de cuerpo entero. Junto a la puerta del baño, colgando de la
pared un moderno televisor de plasma.
El baño es tan pequeño como todo. Forrado de
cerámica desde el suelo hasta el techo dispone de un inodoro, un minúsculo lavabo con un grifo
moderno y un espejo sobre él y una ducha en esquina, con mamparas correderas. El lavabo es tan pequeño que resulta imposible lavarse (a poco grande que sea uno) sin tirar agua por fuera. Al encender la luz se activa un molesto extractor de aire, que hace lo que puede,
porque tras la ducha, la humedad se mantiene durante horas adherida a la pared
y al suelo, y si uno no cierra bien la puerta del baño hasta la habitación. El calefactado del baño se consigue gracias a un curioso aparato de calefacción por aire que funciona estupendamente.
Por la mañana, desde las 6 de la mañana se puede desayunar en la cafetería de enfrente. Donde además se paga la cuenta de la habitación. Chocolate recién hecho, con churros recién hechos para afrontar con la cariñosa despedida de la propietaria la siguiente etapa del Camino.
Ambiente: 6
Habitación: 8.5
Baño: 7
Estado de conservación: 9
Desayuno: 7
Valoración General: 8
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