lunes, 2 de marzo de 2015

HOTEL GRAN DERBY (BARCELONA)


HOTEL GRAN DERBY (****)
Loreto 28
08029 Barcelona
Teléfono: 934.452.544
Habitación: 440
Fecha de Entrada: 22/2/2015
Tarifa: 100€ (Alojamiento y desayuno) 

A medio paso de la Avenida de Sarriá y a dos de la Diagonal encontramos este edificio, casi de vecinos, situado delante de una pequeña plaza y al refugio de los ruidos de las grandes avenidas que lo circundan. Hay que insistir al taxista para que no confunda el Gran Derby, con el Derby, situado en la misma calle y casi enfrente. El edificio que lo acoge tiene un aire british de serrada fachada de ladrillos. La puerta principal, situada sobre un escalón nos introduce en la recepción. Un espacio no muy grande, pero amplio, elegante, de suelo de mármol blanco y negro, muy iluminado por la cristalera que da a la calle. Tranquilo y calmado. 

A la izquierda una zona de sofás y un par de modernas mesas de cristal y acero con ordenadores para trabajar. A la derecha, un leve mostrador negro en el que se acoge la recepción. Sobre él, una bandeja con brillantes manzanas. Tras él, el trato es rápido y simpático. Ya hemos estado otras veces, así que lo único que hemos de decir es el apellido. Con eso basta para que nos asignen la habitación en décimas de segundo. Nos recuerdan los horarios y el funcionamiento del wifi, que ha cambiado desde la última visita, aunque sigue funcionando igualmente bien: rápido y gratuito.

Junto al mostrador de recepción, los ascensores y las escaleras y algo más adelante un pasillo que lleva a las habitaciones de la planta baja. Los ascensores, dos, resultan algo pequeños. Apenas caben tres personas con sus maletas. Un punto oscuros, espejos casi negros y unos carteles junto a los botones que avisan de los horarios y servicios del hotel. Al salir del ascensor en nuestra planta, encontramos un rellano como de vivienda, de suelo de mármol blanco, con seis habitaciones por planta, que se abre a un patio interior acristalado por el que entra la luz y del que cuelgan algunas jardineras. 

La puerta, de madera clara con los números plateados en ella. Tras la misma, suelo de madera oscura con un punto rojizo. En algunos tramos se nota demasiado el machaque de maletas y pasos. Lo primero que encontramos es un espacio que hace las veces de salón. A la izquierda un sofá de piel marrón. Cómodo y limpio. a la derecha un armario con el minibar -caro-, una televisión plana y varias revistas y guías de hoteles. Enfrente, y bajo una ventana que da a la bañera oculta con vinilos una mesa cuadrada de cristal con dos sillas para trabajar (hay varios enchufes junto a ella), charlar o disfrutar del room service. Una ventana más, con persiana, da al patio interior al que se abre el rellano de cada planta. Las paredes, decoradas con antigüedades de estilo egipcio.

Al fondo a la izquierda, una poderosa puerta de madera corredera nos conduce hacia el dormitorio. A la derecha la puerta de cristal al baño y a la izquierda, y tras otra puerta de madera corredera un enorme armario vestidor: con luz interior nos presenta un maletero, cajones, baldas, colgadores, perchas... Dentro del armario ya encontramos algunas amenities: calzador, zapatillas, una bolsa del hotel...

Un paso más adelante, el dormitorio. Algo más ajustado de tamaño se presenta con una cama grande para ser individual, algo justita -pero no pequeña- para ser doble vestida con sábanas suaves y frescas y una colcha en color vino brillante con un puntito estridente. Sobre la cama un cabecero de piel marrón oscura. A cada lado de la cama dos pequeñas mesillas de madera a modo de escultura. sobre ellas interruptores para las luces de toda la habitación y enchufes para nuestros artilugios. Luces de mesilla y dos luces direccionables, potentes, de lectura para la noche. 

En la pared del fondo, dos enormes ventanas cerradas con persianas automáticas nos ofrecen vistas de la puerta principal. El aislamiento exterior es correcto, aunque una tormenta de viento por la noche hace que las persianas vibren más de la cuenta llegando casi a molestar. El aire acondicionado funciona con eficacia y silencio. Se maneja a través de un display con un botón de encendido / apagado, una rueda para controlar la temperatura y un botón para gestionar la potencia del aire. En la potencia mínima el sonido es imperceptible. En la máxima es posible que moleste para dormir. El aislamiento del resto de las habitaciones es total y absoluto, quizá apoyado por las dimensiones de las mismas y las poderosas puertas de madera que separan los dormitorios.

Tras la puerta de cristal del baño encontramos otro palacio. Mármol en el suelo y porcelana en las paredes en tonos marrones. A la izquierda el inodoro y el bidet, nuevos, de corte moderno. Enfrente un enorme espejo y bajo este, una encimera de cristal con dos pilas de lavabo. Sobre la encimera se presenta el generoso surtido de amenities: un neceser con gel, champú, acondicionador y crema corporal, en botes de grandes dimensiones. Otro neceser más pequeño con sales de baño, una pastilla de jabón y una cajita con una lima, desmaquillante, bastoncillos para las orejas, y un lustrazapatos. 

A la derecha del lavabo una enorme y alargada bañera. Y junto a ella una fantástica cabina de cristal que acoge la ducha. La presión, el caudal, y la enorme alcachofa de efecto lluvia son una delicia y pasan a engrosar nuestro top10 de duchas. Fantástica, relajante y reponedora. Al terminar la ducha nos encontramos un par de albornoces mullidos y blancos, y una enorme colección de gigantescas y suaves toallas (de manos, de baño...) todas ellas bordadas con el logotipo del hotel.

Por la mañana, en un pequeño comedor subterráneo se sirve un correcto buffet de desayuno que prepara platos calientes sobre la marcha. Todo bien presentado. Buen café y sobre todo simpática y servicial atención. 

En la recepción, en el adiós, preguntan por el minibar, pero también por cómo ha ido nuestra estancia, y por cuándo nos volveremos a ver. Da gusto.

Calidad/precio: 9
Servicio: 9
Habitación: 8.5
Baño: 10
Estado de conservación: 8
Valoración general: 9

No hay comentarios: