HESPERIA ANDORRA LA VELLA (ANDORRA)

HESPERIA ANDORRA LA VELLA (****)
Avinguda Doctor Mitjavila 1
AD500 Andorra La Vella
(Andorra)
Telf: +376.880.880
Fax: +376.880.881

hotel@hesperia-andorralavella.com
http://www.hesperia-andorralavella.es

Habitación: 310
Fecha de Entrada: 17/10/2008
Tarifa: 65€ (Alojamiento y Desayuno)

En el mismo centro de Andorra la Vella, con espectaculares vistas de la Avinguda Meritxell, Hesperia gestiona este pequeño hotel de ambiente familiar rodeado de tiendas y centros comerciales por los cuatro costados.

La recepción es pequeña y acogedora. En momentos de máxima afluencia de gente puede que se quede algo escasa de tamaño. Apenas un mostrador y un par de sofás junto a un cibercorner. Luz acogedora por la noche y mucha luz por la mañana por la enorme cristalera a la calle más famosa del país. Pero más acogedor es su personal. En cuanto nos ven con el coche y las maletas salen a ayudarnos en las operaciones de "desembarque". "Primero la habitación, no se preocupe. Suban, instálense y luego cuando mueva el coche hacemos el check in...". Caray, por primera vez nos sentimos más queridos que nuestro DNI y nuestra Visa.

Junto al ascensor una enorme jarra de limonada a disposición de los clientes para apagar la sed del viaje. El ascensor es grande, con espejos, silencioso y rápido. Los pasillos con moqueta oscura que contrasta con el blanco de las paredes y el marrón claro de las puertas. Enormes números en las puertas. La nuestra, la 310, al final del pasillo.

Tras la puerta agradabilísimo parquet en el suelo. Colores verdosos grises como de pizarra en las paredes, mobiliario amplio y un espacio increíblemente grande. Junto a la puerta una zona para dejar maletas con varias perchas en la pared... A la izquierda la puerta del baño. A la derecha dos enormes armarios con la caja de seguridad en su interior. A continuación el dormitorio.

Enorme, amplísimo, cerrado con un enorme ventanal con vistas, la mitad a un edificio y la otra mitad a la Avinguda Meritxell. Silencio interior y exterior. Insonorización muy bien conseguida. Dos camas enormes, enmarcadas por dos mesillas también grandes. Al pie de estas un interminable escritorio con el minibar y la televisión de plasma de 32 enormes pulgadas. Enchufes en el escritorio, pero no en la mesilla. Wifi gratuito en todo el hotel, mediante una clave que te deben dar en recepción. En la zona más cercana a la ventana, un sofá doble para disfrutar de la lectura o el descanso, una butaca y una mesa de centro.

La cama es confortabilísima. Aparece cubierta por unos oscuros cubrecamas pero debajo de estos sábanas blanquísimas. 2.05x1.05 de medidas. Increíble lencería y formidable el equipo de descanso. Lástima que las luces suspendidas sobre las mesillas sean demasiado amarillentas y no ayudan a la lectura o al trabajo desde la cama.

El foscurit protege toda la ventana por lo que la luz exterior no entra nunca. Tampoco se escuchan ruidos del pasillo. El aire acondicionado dispone de un display de sencillo manejo, pero no se necesita durante el invierno ya que enormes radiadores con mando para regular la intensidad, situados a lo largo de la habitación aportan el calor necesario para protegerse de las frescas noches de otoño andorrano.

Si grande es la habitación, grandísimo es el baño. Porcelana gris imitando a pizarra tanto en el suelo como en las paredes. Un enorme espejo antivaho, inodoro, videt y un lavabo encastrado en una enorme encimera de mármol blanco. Con el espacio que hay quizá se podría haber pensado en poner dos lavabos. Una amplísima bañera acoge una ducha no menos espectacular. Temperatura a tu gusto gracias al grifo termostático. Presión de sobra y distintos efectos de chorro regulables desde la alcachofa. La mini mampara de cristal que se dispuso queda un poco corta y eso provoca que parte del agua de la ducha salga fuera.

Amenities propias de la cadena con su aroma de aloe vera y hierba recién cortada. Toallas grandes y abundantes presentadas como si estuviéramos en un spa: esponjosas y agradables.

Por la mañana un suculento desayuno buffet nos repone fuerzas para una mañana de compras. Zumo de naranja recién exprimido, impresionante variedad de quesos y platos salados y corta pero buenísima selección de bollería.

A la salida en caja, preguntan por nuestra estancia, no por el minibar. Muy bien.

Calidad/precio: 9.5
Servicio: 9
Habitación: 9.5
Baño: 9.5
Estado de conservación: 9
Valoración general: 9