jueves, 13 de noviembre de 2008

HOTEL CASA DEL CONDE DE PINOFIEL (ANTEQUERA - MALAGA)



Hotel Casa del Conde de Pinofiel (****)
La Tercia 10
29200 Antequera (Málaga)
Telf: 952.842.464
Fax: 952.705.007

info@hotelpinofiel.com
www.hotelcondepinofiel.com

Habitación: 108
Fecha de entrada: 12/11/08
Tarifa: 40€/noche (Sólo Alojamiento)

En el mismo centro histórico y monumental de Antequera, la ciudad con más densidad de iglesias de España y en el centro de una calle semipeatonal y sin salida para los coches ni opción de aparcamiento cercano, encontramos una casa palaciega del siglo XVIII en torno a un bonito patio finamente decorado y restaurado. Desde la entrada ya detectamos que en este caso lo clásico va inseparablemente unido a lo rancio, caduco e incluso viejo.

Distintas estancias se abren en la planta baja del patio: La recepción, las escaleras del restaurante, una capilla con una imagen de la Virgen de los Remedios de Antequera, los ascensores y las escaleras. La recepción es un despacho decorado con muebles clásicos donde contrasta brutalmente el calor, con el frío del patio. El trato es tan frío como la noche antequerana. Distante, protocolario e incluso con un punto de superioridad. Tras tomarnos los datos nos entrega un grueso llavero de metacrilato, una tarjeta para la luz de la habitación y un ticket para tomar en el bar un bebida de bienvenida.

Por unas escaleras (hay ascensor disponible) decoradas como si de una Iglesia se tratara ascendemos al primer piso. Allí más frío y oscuridad en un pasillo decorado con muebles antiguos de corte clásico y con ventanales sobre el patio. Las puertas de las habitaciones combinan los enormes portones clásicos de doble hoja y gran altura con otras más pequeñas pero también antiguas. La oscuridad hace incluso difícil atinar a meter la llave en la cerradura.

Tras la puerta, más frío. Una estancia pequeña con suelo de mármol color salmón, paredes color crudo. Mobiliario riguroso de madera oscura y corte clásico. Se amontonan una cama con cabecero, dos mesillas, una butaca, un escritorio ocupado por un enorme y viejo televisor, un armario exento y un maletero. En las paredes cuadros pasados de moda y un farol.

La cama resulta demasiado ancha para ser individual y algo estrecha para ser doble. Pero sobre todo es corta, muy corta: 180 de largo. El colchón lleva muchas noches de servicio, igual que las sábanas que tienen algunos desgarros en los extremos. Sobre la sábana tan sólo hay una pesada y sucia colcha de estridente color caldero. Encima del armario y hecha un "bolo" hay una manta color marrón que no nos atrevemos a usar. Los interruptores de las mesillas quedan bastante lejos de la cama y sólo apagan las lámparas que hay sobre ellas, por lo que hay que levantarse para ir apagando el resto de luces.

El escritorio no permite poner una silla delante, aunque tampoco cabrían las piernas. Para conectarse a internet, de forma gratuita con cable hay que mover la mesa para encontrar detrás la clavija de conexión. Una vez conectado, no funciona bien. Tampoco hay mucha cobertura de móvil y el 3G resulta impensable, claro.

El aire acondicionado funciona ruidosamente pero con eficacia. Sin embargo, al apagarlo el calor se mantiene durante poco tiempo. Y por más que sea Andalucía, Antequera es Antequera, y la noche es fría, demasiado fría para dormir tapado con una simple sábana. La alternativa es el ruido del aire acondicionado o la pesada y sucia colcha. Por la puerta se escuchan los pasos y voces del pasillo, y por el techo los ruidos de grifos y cisternas, así que para dormir poco, optamos por encender el aire.

Junto al armario, que sólo dispone de colgador y una pequeña caja fuerte, hay un balcón de nueva construcción a modo de mirador sobre la puerta principal. Cerrado con portillos de madera corta el paso a la luz exterior por la noche.

El baño resulta minúsculo. Una ducha encerrada en unas viejas mamparas correderas, un inodoro alejado del bidet y un lavabo con un grifo nuevo pero de corte clásico que no cuela bien. Tanto la presión como la temperatura y el caudal de los grifos es excelente. Las amenities son "de marca blanca" abundantes (set dental, de afeitado, jabón y champú en sobre) pero de calidad escasa y presentadas en una descuidada cesta de mimbre.

La (porque sólo hay una) toalla es vieja, pequeña y áspera. Como para cubrir un cuerpo grande, porque la salida de la ducha resulta fría. Muy fría. El baño no tiene ningún artilugio que lo calefacte (luces de calor, radiadores...) así que frío.

Como fría es la despedida. No preguntan por el minibar porque no hay, así que esperar a imprimir y a no preguntar mucho por si alguno se atreve a decirles la verdad.

Calidad/precio: 4.5
Servicio: 3.5
Habitación: 4.5
Baño: 3.5
Estado de Conservación: 4
Valoración General: 4

4 comentarios:

Toni dijo...

¿Tres hoteles en tres días en la misma ciudad?.

Carlos Andreu dijo...

Toni
Gracias por tus visitas y tus comentarios. Cuando empecé con el blog, estuve 5 días alojado en el Husa Los Seises, de Sevilla. Fui a trabajar a la ciudad andaluza y me alojaron allí. Es un auténtico desastre. Lamentable, penoso. Llamé a la agencia para que me sacaran de allí, pero resulta que había un congreso y que todos los hoteles estaban llenos.
Jamás me arriesgaré a tener que pasar dos noches seguidas en un hotel como aquel. Si conozco el percal no me importa estar cinco días allí, pero sin conocerlo... es demasiado riesgo.
Un abrazo y buen fin de semana!

Toni dijo...

Entonces, ¿reservaste con antelación 3 hoteles distintos en Antequera ó te fuiste cambiando cada día sin reserva previa?.

Carlos Andreu dijo...

Lo hago adrede. Reservo uno cada día. Si no, te aseguro que del Parador no salgo. Así tengo algo que escribir en el blog, y ayudo a la gente que quiera viajar por la zona. En el fondo tengo complejo de masoca.