jueves, 30 de octubre de 2008

LA CASA AZUL (VALENCIA)



La Casa Azul (****)
Palafox 7
46001 Valencia
Telf: 963.511.100
Fax: 963.511.100

reservas@lacasaazulvinosandrooms.com
www.lacasaazulvinosandrooms.com

Habitación: La Ruta de la Seda
Fecha de entrada: 28/10/08
Tarifa: 100€/noche (Sólo Alojamiento)

Junto al Mercado Central de Valencia y delante de la Lonja de la Seda, encontramos un edificio pintado de un azul cielo luminoso con ventanas enmarcadas en blanco. En los bajos una pequeña tienda acristalada dipensa vinos y maravillosos libros de la editorial Franco María Ricci. Allí sin gran efusividad nos acogen sin más trámite que firmar un larguísimo contrato.

En la puerta de al lado se encuentra la escalera que accede a las habitaciones. Una estrecha y a tramos incómoda escalera (imposible para equipajes voluminosos) con paredes blancas y suelos azules, pasa por la puerta de la habitación Borgia, situada en el primer piso y asciende hasta La Ruta de la Seda. Por encima sólo una habitación más y una terraza.

Los críticos hoteleros se han rendido ante este establecimiento, pero a veces el estilo y la decoración está absolutamente reñidos con la funcionalidad y comodidad. Tras la puerta de entrada, blindada, encontramos una estancia oscura. Suelos de madera negra y paredes burdeos. Las ventanas están cerradas protegiéndonos de la intensa lluvia que cae sobre la ciudad. Al abrir las contraventanas descubrimos bonitas vistas sobre el Mercado Central.

Decoración súmamente recargada de corte asiático: dibujos chinos, armarios con esmaltes, sillas orientales y un enorme buda ocupando un rincón. Una botella de color rojo desprende un aroma envolvente que nos traslada a otros mundos lejanos. La oscuridad sólo se ve rota por la ténue iluminación de varias lámparas de mesa situadas alrededor de la habitación y protegidas por ricas pantallas. Una enorme, colorista y tupida alfombra aparece situada frente a la cama: un antiguo fumadero de opio vestido con una manta negra de terciopelo y cortinones de seda verdosa. Frente a una de las ventanas un rico escritorio con una silla impracticable para el asiento, ya que es de esparto y se clava demasiado en la piel. Hay wifi gratuito para los clientes pero la señal es tan débil que es imposible conectarse.

La cama resulta muy muy cómoda. Ancha para ser individual, algo estrecha para ser doble. Colchón de viscoelástica súmamente agradable. Almohadas del mismo material y muy adaptables al cuerpo. Las sábanas suaves cubiertas por una pesada manta aterciopelada. Las ventanas se cierran a la perfeccción, y aunque el aire acondicionado funciona muy bien su ruido es excesivo para dormir. No se escucha ruido alguno del interior, pero sí las primeras operaciones de descarga en el Mercado a primerísima hora de la madrugada. Desde la cama no se accede a interruptor alguno, por lo que hay que apagar todas las luces y después acostarse a oscuras. Sí que hay un enchufe para conectar el móvil. Ninguno de los curiosos interruptores de la habitación (tienen forma de pequeño grifo antiguo) sirve para algo y las lámparas hay que apagarlas una a una de sus enchufes.

En un rincón del dormitorio encontramos una puerta corredera hacia el baño. Este es mínimo. No llega a dos metros cuadrados. Un pasillo estrecho de unos 70 cm de ancho y algo menos de dos metros de largo que dispone de un lavabo minúsculo con un espejo, un inodoro y una ducha sin puerta que provoca que mojemos todo el espacio. El grifo del lavabo, de diseño espectacular "dispara" un chorro de agua a excesiva presión y con escaso caudal. No se ofrece ninguna amenitie: ni jabón, ni gel...nada. La pared exenta aparece decorada con una enorme foto de la Gran Muralla China.

La ducha es un espacio enmarcado en el suelo por unas lamas de madera con una alcachofa situada bastate alta. Mucha presión pero poco caudal, quizá para no salpicar demasiado el resto del baño. En el armario de la habitación se ofrecen mullidos y agradables albornoces, zapatillas y toallas abundantes, grandes y envolventes.

Por la mañana hay que quedar con la persona de la recepción a la hora de la salida para poder abonar el importe y recoger la factura. Trato distante y frío, como la mañana valenciana.

Calidad/precio: 6.5
Servicio: 6
Habitación: 8.5
Baño: 3.5
Estado de Conservación: 9
Valoración General: 7

5 comentarios:

alex- dijo...

Pero hombre de Dios,si vienes por Valencia avisamé....

Toni dijo...

Estoy de acuerdo en lo que dices de que a veces el estilo y la decoración están absolutamente reñidos con la funcionalidad y comodidad.

hobswam dijo...

Bueno Carlos, antes que nada, gracias por descubrirnos este curioso hotel a los que somos de la zona (Castellón), he reservado para el último fin de semana de Octubre. veremos "La cena" de Els Joglars. y disfrutaremos de Valencia la nuit. Prometo comentar mi experiencia en el hotel

De nuevo, muchas gracias, Ah! y te agrego a blogs favoritos.

Carlos Andreu dijo...

Hola Hobswam. Ya me contarás tu experiencia. Creo que es un hotel que no deja indiferente. Disfruta del fin de semana!!

hobswam dijo...

Bueno Carlos, como dicen los ingleses “sorry for the short Ice Age reply” es decir, lo siento por el retraso en comentar la visita.

Comencemos por le principio, Casi todas las apreciaciones de Carlos son correctas, bueno, en nuestro caso, la habitación (La ruta de la seda) todo tal cual lo explica él, solo varía un poco el precio, 107 Euros, pero, sí que entra el desayuno, (a lo mejor es porque era en fin de semana) este consiste en bajar a la enoteca y decirle a la chica de recepción que quieres desayunar y donde, en nuestro caso lo hicimos en la terraza, con un buen día y unas vistas impresionantes del skyline del centro de valencia.

El tema de la ducha, pues eso que o eres un/a artista del malabarismo con agua (es el caso de mi esposa) o terminas con el cuarto de baño en situación de riesgo de inundación (mi caso en concreto) yo, es que sin mampara o cortina, no soy nadie… Pero, en nuestra visita, sí que habían amenites y bastante generosas, incluso gorros de baño, ah! Y de los que puedes usar sin riesgo de que se te caiga el pelo, o te salgan eccemas en la piel.

La cama, bueno, mejor dicho el fumadero de opio rehabilitado como cama. Para dos personas de tamaño normal tirando a delgaditos como nosotros, es más que suficiente. Y se descansa de maravilla.

Ahora llega el turno de las curiosidades, la chica de recepción, con acento argentino, y de la cual no recuerdo su nombre, fue extremadamente amable, tanto que no tuvo ningún inconveniente en enseñarnos el resto de las habitaciones. Nuestra opinión, es que la habitación de la luna de Valencia, es mucho más agradable de lo que muestra la fotografía de la página web, de hecho, si volvemos alguna vez creo que será en la que nos hospedaremos. En lo referente a la de los Borgia, vista al natural está mucho menos recargada de lo que parece en las fotos, pero sigue sin convencernos (simplemente por cuestión estética)

Más curiosidades, comentadas por la recepcionista reconvertida en guía turística. El hotel, en un principio solo estaba pensado para visitas de clientes y empresarios relacionados con el propietario, un joyero de Valencia. Pero con el paso del tiempo, alguna gente le comento al joyero que les gustaría hospedarse en él, y así es como ha pasado a ser de uso público. Por otro lado, todo el mobiliario de las habitaciones , están a la venta pues son piezas de coleccionista. Exceptuando el de la habitación de la luna de Valencia, que fue decorada por un estudio de diseñadores. Por los precios ya no osé preguntar.

En definitiva, que si vas a Valencia en viaje de negocios y/o trabajo, este definitivamente no es tu hotel, pero si vas en plan de placer y no vas a estar más de un par de noches, este es un hotel que debes visitar.

Nuestra valoración es más que satisfactoria.

Hasta la vista.