viernes, 13 de noviembre de 2009

HOTEL BALNEARIO LAS ARENAS (VALENCIA)



HOTEL BALNEARIO LAS ARENAS (*****GL)
Eugenia Viñes 22
46011 Valencia
Telf: 963.120.600
Fax: 963.120.615

www.hotelvalencialasarenas.com

Habitación: 250
Fecha de Entrada: 26/10/2009
Tarifa: 150€ (Alojamiento y Desayuno buffet)

Delante de la playa de la Malvarrosa, alejado del centro de la ciudad aunque pegado a los nuevos pantalanes construídos para la Copa América, la cadena de Hoteles Santos devolvió a la ciudad del Turia en el 2005 una gigantesca edificación que fue balneario a principios de 1900. El edificio se ha mantenido en pie y destaca su clasicismo y el color claro de sus paredes, así como sus jardines a pie de playa y dos enormes imitaciones de templos romanos que albergan salas de reuniones y un enorme auditorio con vistas al mar.

Un enorme pórtico cubierto nos permite dejar el coche en la misma puerta del hotel. Rápida unque salen dos mozos a recibirnos. Uno se hace cargo del coche y el otro de nuestro equipaje. Tras la puerta giratoria la luz lo llena todo. Cristales a la calle de entrada y cristales al jardín y la playa. Techos altos, sofás y pinturas claras. En el mostrador de recepción, de forma triangular las gestiones son tan rápidas que apenas podemos percibir si son agradables o frías. Pero nos gusta. Estamos cansados, nos esperan para una reunión y queremos asearnos un poco.

Un pasillo nos conduce a un distribuidor en el que se encuentran los ascensores. Amplios, con suelo de piedra, bien iluminados y con anuncios de los servicios del hotel. Tras el ascensor un nuevo distribuidor abre distintos pasillos hacia las habitaciones. Puertas claras sobre suelo de moqueta verde que insonoriza los pasos. Tras la puerta se mantiene el golpe de luz y los colores claros y suaves. Blancos, crudos y marrones claros.

El suelo de madera marrón clara resulta muy agradable de pisar y mientras avanzamos hacia el dormitorio encontramos a la derecha la puerta del baño y a la izquierda un pequeño espejo de cuerpo entero, y un enorme armario ropero excelentemente vestido con todo tipo de posibilidades (perchas de varias formas y tamaños, cajones...). Después de otra puerta que nos aisla todavía más del pasillo, entramos en el dormitorio.

De proporciones colosales se remata al fondo con una pequeña terraza con vistas a la puerta principal (espectaculares deben ser las vistas desde la parte de atrás con el mar delante) por la que la luz llena la habitación. Una gigantesca cama con dos mesillas en tonos grises. Lámparas de noche sobre ellas, teléfono, block de notas y unos bombones. El cabecero de madera aparece decorado con unos listones trenzados. A los pies de la cama una enorme cómoda con cajones y un armario que oculta el minibar de pago pero con un surtido más que amplio. Sobre la cómoda un enorme televisor de plasma.

A continuación de la cómoda y hasta el balcón una poderosa mesa de trabajo, con conexión gratuita a internet de alta velocidad que funciona como un rayo y varios enchufes para conectar el portátil. Folios y toda la información del hotel se presentan en el interior de una pequeña reproducción de un templo romano que imita los que hay en el jardín. Completan el mobiliario un par de butacas con una mesa de centro con varias revistas y libros sobre la ciudad.

La cama se viste con unas exquisitas sábanas suaves y una ligera manta. El colchón es formidablemente acogedor así como las almohadas. La luz de las mesillas es escasa para leer, pero la insonorización tanto interior como exterior son fabulosas, propiciando el descanso. El aire acondicionado es tan sencillo como eficaz.

El baño en mármol rosa tiene un punto de hortera aunque sus dimensiones y equipamiento dejan boquiabierto. Tras la puerta y de frente encontramos un enorme espejo de techo a suelo delante del que se ha colocado una encimera de cristal que alberga dos lavabos con poderosos grifos de los que sale un generoso caudal de agua a excelente presión y temperatura. Iguales características se repiten en todos los grifos del baño. Junto al lavabo una bañera completa. Las amenities se presentan recogidas en una curiosa bolsa de tela y la amplitud de su surtido es tan espectacular, como la cabina de ducha de hidromasaje que se sitúa a la izquierda del lavabo. Lástima que hubiéramos esperado algo más trabajado en lo que al champú y al gel se refiere. Se ofrecen varios botes de gel, champú... de escaso tamaño y justa calidad.

Separado de la primera parte del baño por una puerta corredera de cristal se presentan el inodoro y el videt con la mencionada cabina de hidromasaje. El juego de lencería es adecuado en cuanto a tamaño y suavidad. Además incluye suaves albornoces y zapatillas de baño.

Por la mañana, con vistas al jardín o incluso sentados en él se puede degustar un impresionante desayuno buffet. El surtido es igual de grande que la calidad de los productos que allí se ofrecen y que el servicio que los camareros dispensan. Tras reponer fuerzas, en recepción son tan ágiles y rápidos en gestionar la salida que casi tampoco podemos apreciar su amabilidad. Lo cierto es que en dos minutos tenemos el coche cargado en la puerta.

Calidad/precio: 9.5
Servicio: 9
Habitación: 9.5
Baño: 9.5
Estado conservación: 9
Valoración General: 9.5

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